Mateo 8:28-29
28 Cuando llegó al otro lado, a la tierra de los gadarenos, le salieron al encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, violentos en extremo, de manera que nadie podía pasar por aquel camino. 29 Y gritaron, diciendo: ¿Qué tenemos que ver contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes del tiempo?
Los demonios aprendieron un misterio aquí. Sabían que estaban condenados. Sabían que el Hijo de Dios sería el vencedor. Pero, antes de que lo hiciera, ellos no sabían que Cristo vendría antes del tiempo de la derrota final.
Cristo no va a esperar hasta que caiga la bomba atómica para acabar con la guerra. Él ha comenzado ya a liderar una fuerza subversiva en el territorio de Satanás. Ha entrenado a un "comando de vida" para efectuar atrevidas operaciones de rescate. Cristo ha planeado muchas victorias tácticas antes de que llegue el momento de la victoria estratégica final.
La mentalidad resultante para este tiempo de guerra es la siguiente: Ya que sabemos que la condenación final de Satanás es seguro, y él también lo sabe, podemos recordárselo cuando nos tiente a seguirle. Podemos reírnos de Él y decir "¿Estás loco? ¿Quién querría unir sus fuerzas a las de un perdedor?".
La iglesia es el enemigo que ha sido liberado del "Dios de este mundo". Somos guerrilleros y tábanos, la insurgencia en el reino rebelde del "príncipe de la potestad del aire".
No es algo seguro, pero es emocionante. Muchas vidas se pierden. Las fuerzas de Satanás siempre están buscando actividad subversiva. Pero Cristo ha garantizado la resurrección a todos aquellos que luchan hasta la muerte. Lo que no ha garantizado ha sido la comodidad o aceptación del mundo, o el tener prosperidad en medio del territorio enemigo.
Muchas han entregado sus vidas voluntariamente tras las líneas enemigas siguiendo los encargos del Comandante. No puedo pensar una mejor forma de vivir o morir.
-John Piper
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