Una vez un granjero encontró un nido de águila abandonado que contenía un huevo aún cálido. Recogió el huevo y se lo llevó a su granja, donde lo dejó en el nido de sus gallinas. El huevo se abrió y el polluelo de águila creció junto a los otros pollitos. Picoteaba por la granja buscando grano. Pasó su vida dentro del recinto y rara vez miró hacia arriba.
Un día cuando ya era muy viejo, levantó su cabeza y vió algo maravilloso - un águila planeando alto, allí arriba en el cielo. Mirándola, la vieja criatura suspiró y se dijo a si misma "Si tan sólo hubiese nacido siendo un águila".
Nuestro potencial es mayor que nuestras circunstancias, no nos mantengamos ciegos a él.
-Adaptado de una historia de Anthony de Mello
No hay comentarios:
Publicar un comentario