martes, 31 de diciembre de 2019

Esperanza viva - Martyn Lloyd Jones




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1 Pedro 1:3

Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,


Nadie puede enderezar este mundo, pero Dios sí, y lo hará. ¿Cuál es la esperanza viva? ¡Que este viejo mundo va a ser renovado! La regeneración tendrá lugar en todo el cosmos. ¿Cuando? Cuando el Señor Jesucristo regrese en gloria. El Señor mismo nos dice "en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria" (Mateo 19:28). Ese es el mensaje cristiano. Él ha triunfado sobre todos sus enemigos. Él ha resucitado, y está sentado a la diestra de Dios. ¿Qué es lo que hace? Esperar que sus enemigos sean puestos a sus pies (Salmos 110:1). Entonces volverá a la tierra como "Rey de reyes y Señor de señores". Destruirá y extinguirá todo lo que es pecaminoso y vil, desagradable y malo. Renovará toda la creación, y traerá su glorioso reino. La ciudad de Dios, la Nueva Jerusalén, descenderá, y Dios hará su tabernáculo en medio de los hombres.

Eso es lo que la esperanza viva significa para nosotros. Si somos cristianos, estaremos allí. Y no como vagos espíritus flotando en un mar sin nombre de existencia. No, sino que estaremos en este cuerpo glorificado, librado de todos los vestigios de pecado y vergüenza, debilidad y salvajismo. Te identificarás contigo. Estarás en un cuerpo glorificado. Nuestra ciudadanía, está en el cielo, dice Pablo a los Filipenses, "de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas".

Esto es lo que significa la herencia. Está acercándose, y yo la espero.

-Martyn Lloyd Jones

Convicción y dolor (A.W. Tozer)



Juan 3:8-9

8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

9 Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?

Considero que es bueno que todavía algunos hagan preguntas como estas en nuestras iglesias: "¿Qué es lo que debería suceder en una conversión genuina a Cristo?" y "¿Qué debería sentir una persona en la transición al nuevo nacimiento?".

Si se me pregunta, mi respuesta es esta: "¡Debería haber un llanto de dolor real y genuino!" Es por eso que no me impresiona el tipo de evangelismo que trata de invitar a las personas a una comunión con Dios haciéndoles firmar una tarjeta. Debe haber un nacimiento, un nacimiento desde lo alto. ¡Debería haber el terror de vernos a nosotros mismos en violento contraste con el santo, santo Dios! A menos que vayamos a este lugar de convicción y dolor en lo que respecta a nuestro pecado, no estoy seguro de lo profundo y real que será nuestro arrepentimiento. El hombre a quien Dios use, debe quedar desecho, ser humilde y moldeable. Debe ser, como el atónito Isaías, un hombre que haya visto al Rey en su hermosura.

Señor, quedo desecho en tu presencia. Vengo confiadamente, como tú me dices que debo hacer, pero humillado de verdad por tu santidad. Ayúdame a mantener esta perspectiva mientras miro hacia ti.

-A.W. Tozer

lunes, 30 de diciembre de 2019

Convirtiendo deseos en oraciones





Salmos 37:4

Pon tu delicia en el Señor,
y Él te dará las peticiones de tu corazón.

No hemos de avergonzarnos de expresar nuestros santos deseos a Dios en oración. Un cristiano ora por lo que desea, y desea aquello por lo que ora. Si no es así, es un hipócrita. Si una persona está orando por ser librada de la tentación, pero no está dispuesta a que le arrebaten el cebo de ella, está orando sin deseo. Muchos son los que oran 'no nos metas en tentación', y luego corren hacia la tentación. Alimentan sus ojos, oídos y sentidos con cosas vanas. Sus vidas no son otra cosa que satisfacer sus malos deseos. Y existen muchas personas que desean aquello por lo que no se atreven a orar, ya que saben que es malo. Pero un cristiano, ora por lo que desea. Cuando tenemos deseos santos, instigados por Dios, los convertiremos en oraciones. La oración es más que un deseo, es un deseo elevado a Dios.

Convirtamos nuestros deseos en oración, porque esta es la forma de obtenerlos con prontitud. La razón para orar por nuestros deseos es para mantener nuestra relación estrecha con Dios. Nunca hemos de apartarnos de la oración a Dios sin recibir bendición y consuelo. Él nunca despide de su presencia con las manos vacías a alguien que sepa lo que desea y acude a Él con un corazón lleno de gracia. Además, cuando damos a conocer nuestras peticiones delante de Dios en oración, esto trae paz (ver Filipenses 4:6-7). Si Dios no concede lo que pedimos, su paz que sobrepasa todo conocimiento guardará nuestros corazones y nuestras mentes. Así, cuando colocamos nuestras peticiones delante de Dios con acción de gracias por lo que hemos recibido, el alma encontrará paz. Por tanto, convirtamos nuestros deseos en oraciones, para mantener una comunión perpetua y un trato familiar con Dios. Esta familiaridad con Él es provechosa y trae consuelo.

-Richard Sibbes.

domingo, 29 de diciembre de 2019

Salmos 72:8-14




Salmos 72:8-14

8 Domine él de mar a mar,
y desde el río hasta los confines de la tierra.

9 Dobléguense ante él los moradores del desierto,
y sus enemigos laman el polvo.

10 Los reyes de Tarsis y de las islas traigan presentes;
los reyes de Sabá y de Seba ofrezcan tributo;

11 y póstrense ante él todos los reyes de la tierra;
sírvanle todas las naciones.

12 Porque él librará al necesitado cuando clame,
también al afligido y al que no tiene quien le auxilie.

13 Tendrá compasión del pobre y del necesitado,
y la vida de los necesitados salvará.

14 Rescatará su vida de la opresión y de la violencia,
y su sangre será preciosa ante sus ojos.

Las razas y naciones, que siempre están en guerras unas con otras, en este salmo se ofrecen en servicio (versículos 10 y 11). No lo hacen porque hayan sido conquistadas, sino más bien porque han sido atraídas como un imán por la perfecta justicia y compasión de su rey (versículos 12 al 14). Ningún rey terrenal se ha parecido jamás a este. Esta sanidad del conflicto racial y la eliminación de la pobreza y la injusticia son las marcas del reino de Dios, pero los gobiernos, incluso los mejores, ni siquiera se le acercan. Sin embargo, cuando Jesús nació, se le ofrecieron regalos que vinieron desde lejos (ver Mateo 2:1-12), y cuando la iglesia fue establecida, las razas comenzaron a unificarse (ver Efesios 2:11-22) y los necesitados comenzaron a ser ayudados (ver Hechos 2:44-45; y 4:32-36). El reino de Dios había entrado en la historia.

Señor, dale poder a tu iglesia para ganar el mundo, no solo proclamando tu Palabra, sino también personificándola. Haz que nuestras congregaciones sean lugares donde vemos a todas las razas y clases reconciliadas de formas que no se vean en otras partes sobre la faz de la tierra. Amén.

-Tim Keller.

sábado, 28 de diciembre de 2019

Experimentando un gozo sobrenatural




En el evangelio de Juan, Jesús expuso su declaración de que Él es la vid y nosotros los pámpanos y dijo: "Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido" (Juan 15:11)

Este texto indica que el gozo del cristiano no es la alegría natural de la vida humana. Es un gozo sobrenatural porque tiene una fuente sobrenatural. Es la obra de Cristo en nuestro interior. Aunque Jesús habló de su gozo estando en nosotros, sigue siendo nuestro gozo una vez que está dentro de nosotros. Él es su fuente y su poder, pero sigue siendo nuestro gozo.

Jesús también habló del propósito de que su gozo permaneciera en nosotros, es decir, que nuestro gozo sea cumplido. El término cumplido nos habla de un grado máximo. No hay un gozo mayor. Sin embargo, podemos experimentar fluctuaciones en este gozo, no porque haya fluctuaciones en el gozo de Jesús, sino porque existen fluctuaciones en el grado de nuestra permanencia en Cristo.

No podemos salirnos de Cristo, pero en el proceso de santificación experimentamos grados mayores y menores de nuestro caminar cerca de Él. Nuestras voluntades son importantes, porque se nos llama a permanecer en Cristo.

Pide a Dios que te de un gozo sobrenatural fluyendo en tu vida.

-Ligonier Ministries

jueves, 26 de diciembre de 2019

Santidad centrada en Dios -- Jerry Bridges





1 Pedro 1:16

Porque escrito está: Sed santos, porque Yo soy santo. 

Si la santidad es algo tan básico para la vida cristiana, ¿Por qué no la experimentamos más en nuestro diario vivir? ¿Por qué muchos cristianos se sienten constantemente derrotados en su lucha con el pecado? ¿Por qué la iglesia de Jesucristo se conforma con tanta frecuencia al mundo en lugar de a Dios?

Nuestro primer problema es que nuestra actitud ante el pecado está más centrada en nosotros mismos que en Dios. Estamos más preocupados con nuestra propia victoria sobre el pecado de lo que lo estamos con el hecho de que el pecado contrista el corazón de Dios. No podemos tolerar el fracaso en nuestra lucha con el pecado principalmente porque nos orientamos hacia el éxito, no porque sepamos que es algo ofensivo a Dios.

W.S Plummer dijo:  "Nunca veremos el pecado correctamente hasta que lo veamos en contraste con Dios... Todo pecado es contra Dios en este sentido: en el de que su ley se ve quebrantada, su autoridad despreciada, su gobierno ignorado... Faraón y Balaam, Saul y Judas, todos dijeron 'he pecado' pero el hijo pródigo al volver dijo 'he pecado contra el cielo y contra ti', y David dijo 'contra ti, solo contra ti he pecado'".

Dios quiere que caminemos en obediencia, no en victoria. La obediencia se orienta hacia Dios, mientras que la victoria se orienta hacia nosotros mismos. Quizás esto solo parezca jugar con las palabras, pero existe una actitud sutil centrada en nosotros mismos que está en la raiz de muchas de nuestras dificultades con el pecado. Hasta que tratemos con esta actitud, no caminaremos consistentemente en santidad.

La victoria es un efecto secundario de la obediencia. Conforme nos concentramos en vivir obedientemente, con una vida santa, ciertamente expirementaremos el gozo de la victoria contra el pecado. ¿Comenzarás a ver el pecado como una ofensa contra un Dios santo en lugar de solo como una derrota personal?

-Jerry Bridges

miércoles, 25 de diciembre de 2019

Extracto de "El progreso del peregrino" por John Bunyan



Salmos 38:4 

Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza;
como pesada carga, pesan mucho para mí.

Soñé y he aquí que vi a un hombre vestido con harapos, de pie con un libro en la mano, y una gran carga sobre su espalda. Seguí mirando y le vi abrir el libro, y mientras lo leía, tembló y rompió en un lamentable llanto diciendo "¿Qué he de hacer para ser salvo?". Un hombre llamado Evangelista se acercó a Él y le preguntó "¿Por qué lloras?". El hombre respondió "Me he dado cuenta por el libro que tengo en mis manos que estoy condenado a morir, y que esta carga en mi espalda me hundirá cada vez más bajo, hasta la tumba". Entonces Evangelista dijo: "Huye de la ira venidera. Ve directamente hacia la luz brillante en la puerta del poste, y te dirán qué es lo que tienes que hacer". Su esposa y su hijo comenzaron a llorar tras él para que volviera, pero el hombre corrió diciendo "¡Vida, vida eterna!".

Al cabo del tiempo, el hombre llegó a la puerta, y sobre la puerta estaba escrito "Llama y se te abrirá". Él llamó diciendo "¿Puedo entrar? vengo de la ciudad de la destrucción y voy hacia el monte de Sión, para ser librado de la ira por venir". El Señor Buena Voluntad, que estaba en la puerta, le dijo: "¿Ves ese camino estrecho?, es por ahí que debes ir. Puedes distinguir lo correcto de lo incorrecto por esto: el camino correcto es de paso estrecho". El camino por el que el cristiano tenía que ir, estaba encerrado a ambos lados con muros, y ese muro se llamaba Salvación. Por este camino corrió el cargado Cristiano, pero no sin dificultad, a causa de la carga en su espalda. Corrió hasta que llegó a un lugar algo elevado, y en ese lugar había una cruz, y, un poco más abajo, un sepulcro. Así que ví en mi sueño que, tan pronto como Cristiano llegó a la cruz, su carga se soltó de sus hombros, cayó de su espalda, y fue dando tumbos hasta la boca del sepulcro, donde cayó, y ya no la vi más.

-John Bunyan

martes, 24 de diciembre de 2019

Salmos 72:1-7



Salmos 72:1-7

1 Oh Dios, da tus juicios al rey,
y tu justicia al hijo del rey.

2 Juzgue él a tu pueblo con justicia,
y a tus afligidos con equidad.

3 Traigan paz los montes al pueblo,
y justicia los collados.

4 Haga él justicia a los afligidos del pueblo,
salve a los hijos de los pobres,
y aplaste al opresor.

5 Que te teman mientras duren el sol y la luna,
por todas las generaciones.

6 Descienda él como la lluvia sobre la hierba cortada,
como aguaceros que riegan la tierra.

7 Florezca la justicia en sus días,
y abundancia de paz hasta que no haya luna.

Solo si has experimentado el vivir en un país en que el estado es corrupto y el gobierno de la ley ha fracasado, puedes apreciar la bendición de un buen gobierno. El gran rey que se muestra en estos versículos lleva la justicia social a los pobres y marginados (versículos 2 al 4). La economía mejora por la buena administración de los recursos y la profunda confianza que es necesaria entre la gente para el comercio (Versículos 3 y 6 y 7). Dios es un Dios a quien le importan profundamente estas cosas. Pero el encabezado dice que este es un salmo de Salomón, e incluso él, hijo de David, se convirtió en un opresor de su pueblo (ver 1 Reyes 12:4). Por eso, el salmo nos incita a pensar en un rey mejor que el que el mejor gobierno haya producido jamás.

Señor, concede que el curso de este mundo sea ordenado de forma tan pacífica por tu gobierno, que tu pueblo pueda servirte con gozo en toda tu piadosa quietud. Amén.

-Tim Keller

lunes, 23 de diciembre de 2019

Promoviendo el temor de Dios. - R.C. Sproul



Proverbios 1:7

El temor del Señor es el principio de la sabiduría;
los necios desprecian la sabiduría y la instrucción


Recientemente, escuché a un joven cristiano apuntar: "No tengo miedo a la muerte". Cuando escuché este comentario, pensé: "Desearía poder decir eso". No es que tema a la muerte, creo que la muerte, para un cristiano, es una gloriosa transición hacia el cielo. No tengo miedo de ir al cielo, sino que lo que me asusta es el proceso. No sé por qué medios voy a morir. Podría ser por medio de un proceso de sufrimiento, y eso me asusta. Sé que ni siquiera eso debería asustarme, y hay muchas cosas que me asustan que no deberían hacerlo. Las escrituras declaran que el perfecto amor echa fuera el temor, pero mi amor todavía es imperfecto, y el miedo merodea a mi alrededor.

Sin embargo, existe un temor que muchos de nosotros no tenemos y deberíamos tener. Es el temor de Dios. No solo se nos dice que podemos temer a Dios, sino que se nos ordena temerle. El no tener temor de Dios ante nuestros ojos es una marca de estar reprobados.

Martín Lutero hizo una distinción importante con respecto al temor de Dios. Distinguió entre el miedo servil y el temor filial. Él dijo que el miedo servil era el tipo de temor que un prisionero tiene hacia quien le tortura. El temor filial es aquel que tiene un hijo que ama a su padre y hace que no quiera ofenderle o dejarle. Es un temor que nace del respeto. Cuando la Biblia nos llama al temor a Dios, es a un temor nacido de la reverencia, asombro y adoración. Es un respeto de la mayor magnitud.

Pide a Dios que te de un temor filial por Él, una actitud de reverencia, asombro, y adoración.

-R.C. Sproul

domingo, 22 de diciembre de 2019

Dios nos ama primero, luego nos limpia - D.L. Moody



Lucas 15:20-22

20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.

21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.

22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.


Hace como ocho años hubo una gran agitación en todo el país por el secuestro de un niño de cuatro años llamado Charles Ross. Dos hombres que pasaban en un carruaje se detuvieron y le preguntaron a él y a su hermano mayor si querían dulces. Se llevaron al niño menor en el carruaje y dejaron al mayor. Durante muchos años se hicieron investigaciones en todos los estados y territorios. Se enviaron hombres a la Gran Bretaña, a Francia y a Alemania, pero todo fue infructuoso y el niño no apareció. La madre todavía vive con la esperanza de volver a ver a su hijo, perdido por tanto tiempo.

Supongamos que la madre del niño estuviera en un templo y que, mientras el orador estuviera predicando, viera allí entre los oyentes al hijo que por tanto tiempo ha perdido. Supongamos que allí estuviera, pobre, sucio y harapiento, descalzo, sin chaqueta ¿qué haría ella? ¿Esperaría que estuviera lavado y decentemente vestido para reconocerlo como hijo? No; saltaría de su asiento para abalanzarse sobre él y estrecharle entre sus brazos. Después de eso le lavaría y vestiría.

Lo mismo hace Dios, Él nos ama y nos lava. Me imagino que alguno dirá "Si Dios me ama, ¿por qué no me hace bueno?" Dios quiere y busca hijos para el cielo, y no quiere autómatas ni esclavos. Él podría forzar nuestros obstinados corazones, pero no quiere sino atraernos hacia si con los lazos del Amor.

Él quiere que os sentéis con él en el banquete nupcial del Cordero; quiere lavaros y haceros más blancos que la nieve. Quiere que caminéis con Él por el pavimento de cristal en ese mundo bienaventurado. Quiere adoptaros en el seno de su familia y haceros hijos del cielo. ¿Pisotearéis ahora su amor, o os entregaréis a Él?

-D.L. Moody

sábado, 21 de diciembre de 2019

¿Qué excusa tendrás? - Meditación puritana





1 Pedro 4:2

Para vivir el tiempo que le queda en la carne, no ya para las pasiones humanas, sino para la voluntad de Dios.

El pecado es igual de engañoso en retenernos que en arrastrarnos hacia él. Los malos deseos y la pereza no conocen límites. Cuanto más avanzas, más difícil es volver atrás. Cuanto más involucrado estás, más difícil es retroceder. La negligencia puede convertirse en falta de disposición y obstinación. El hábito del pecado acabará convirtiéndose en necesidad. No hemos de retrasar la aplicación de un antídoto contra el veneno. Cuanto más tarda un inquilino en pagar su renta, más difícil será para él ponerse al día. Un clavo clavado en la madera es más difícil de sacar cuando está clavado hasta la cabeza. Cuanto más tiempo pasa la madera en el agua, más difícil es que arda. Cuanto más tiempo haya tenido Satanás la posesión, más difícil será expulsarlo. Cada retraso hace que tu regreso a Dios  parezca más imposible. Goliat ha de ser golpeado en la frente, y Satanás ha de recibir oposición con frecuencia. Cuanto antes comiences, más rápido será tu trabajo en este día de gracia, y más dulce será tu sueño por la tarde. ¡Cuán dulce es llegar a una edad avanzada y alimentarse de los consuelos de una juventud bien empleada!. Un comienzo temprano en la piedad hace que nuestro lecho de muerte sea más fácil. La salvación es una obra de completa necesidad. Otras cosas pueden ser, en el mejor de los casos un "quizás", pero la salvación es una necesidad perentoria e indispensable. Una obra necesaria no ha de ser pospuesta a un momento incierto en el futuro.

En el día del juicio, puedes tener excusa por haber dejado sin hacer cualquier cosa del mundo, pero no por la salvación. Podrás excusarte si no tuviste tiempo para obtener riquezas y honores del mundo. ¿Pero qué excusa tendrás si no buscaste la vida eterna? ¿Podrás decir que tenías otra ocupación más necesaria? ¿Podrás argumentar que estabas ocupado con algo más necesario o más útil? ¡Si vas a retrasarte, que tu retraso sea en buscar riquezas y honores, o las vanidades del mundo! ¡Oh, pero ahora, ahora, busca la salvación! Es algo que debes hacer. Si el momento pasa, puedes quedar desecho para siempre.

-William Jenkyn, Sermones puritanos

viernes, 20 de diciembre de 2019

Salmos 71:19-24 - (Tim Keller)





Salmos 71:19-24 

19 Porque tu justicia, oh Dios, alcanza hasta los cielos,
tú que has hecho grandes cosas;
oh Dios, ¿quién como tú?

20 Tú que me has hecho ver muchas angustias y aflicciones,
me volverás a dar vida,
y me levantarás de nuevo de las profundidades de la tierra.

21 Aumenta tú mi grandeza,
y vuelve a consolarme.

22 Y yo te daré gracias con el arpa,
cantaré tu verdad, Dios mío;
a ti cantaré alabanzas con la lira,
oh Santo de Israel.

23 Darán voces de júbilo mis labios, cuando te cante alabanzas,
y mi alma, que tú has redimido.

24 También mi lengua hablará de tu justicia todo el día,
porque han sido avergonzados, porque han sido humillados, los que procuran mi mal.

En la mitad de este salmo encontramos una frase que pasa rápidamente, pero que debería hacernos detener y pensar. El versículo 20 dice " Tú que me has hecho ver muchas angustias y aflicciones,
me volverás a dar vida". El salmista confía en la sabiduría soberana y el amor de Dios, incluso cuando ha tenido amargos problemas en su vida. Sabe que, al final, todo lo que sucede es por el propósito final de restaurar nuestra vida (profundizando el amor, sabiduría y gozo de nuestra vida espiritual, y finalmente resucitando nuestros cuerpos en un nuevo mundo, limpios de toda muerte y oscuridad (ver Romanos 8:18-25). Ciertamente entonces "todo lo que Él envía es necesario, y nada de lo que retiene se necesita".

Señor, no dejes que, conforme mi edad avanza, se aumente el orgullo o la preocupación en mí. En lugar de eso, haz que crezca en humildad conforme veo cada vez más los pecados que me has perdonado y de los que me has protegido. Y permite que crezca en paciencia conforme veo lo paciente que tú has sido conmigo. Amén.

-Tim Keller

jueves, 19 de diciembre de 2019

La imagen que proyectamos - A.W. Tozer

Salmos 95:6-7 

6 Venid, adoremos y postrémonos;
Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.

7 Porque él es nuestro Dios;
Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano.


¿Estamos perdiendo aspectos importantes de la adoración en nuestras iglesias hoy? Hablo de un ofrecimiento genuino y sagrado de nosotros mismos mientras adoramos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Hemos de hacernos la pregunta, a pesar de que estemos construyendo grandes iglesias y congregaciones. Presumimos de tener altos estándares y de hablar de un avivamiento, pero, como creyentes ¿Estamos igual de preocupados, como deberíamos estarlo, acerca de la imagen que proyectamos a la comunidad que nos rodea? No puede negarse que muchos que profesan el nombre de Cristo todavía fracasan a la hora de mostrar Su amor y compasión. Debería decirnos algo el hecho de lo que el frecuentemente citado Jean Paul Sartre dijo. Según él, se volvió a la filosofía y la desesperanza al apartarse de la iglesia secularista. Su acusación fue: "No reconocía al Dios a la moda que me enseñaban, Aquel que debería estar esperando por mi alma. Necesitaba un creador, pero me dieron un gran hombre de negocios".

Señor, que mi vida sea un brillante reflejo del amor que me das.

-A.W. Tozer.

miércoles, 18 de diciembre de 2019

La omnipresencia de Dios - John Wesley

Jeremías 23:24 

¿Podrá alguno esconderse en escondites
de modo que yo no lo vea? —declara el Señor.
¿No lleno yo los cielos y la tierra? —declara el Señor.

Si crees que Dios está en tu cama, en tu caminar, y que observa todos tus caminos, entonces ten cuidado de no hacer la mínima cosa, ni hablar la mínima palabra, ni consentir el mínimo pensamiento que tengas razón para pensar que le podría ofender.

Supón que un mensajero de Dios, un ángel, estuviera de pie a tu derecha fijando sus ojos sobre ti, ¿No tendrías cuidado de abstenerte de toda palabra o acción que sabes que pudiera ofenderle? Sí, supón que uno de tus consiervos mortales, o simplemente un hombre santo estuviera a tu lado. ¿No tendrías mucho cuidado de cómo te conduces, tanto en palabra como en actos? ¿Cuánto más cuidado deberías tener cuando sabes que no es un hombre santo, ni un ángel de Dios, sino Dios mismo, el Santo que "habita la eternidad", el que está inspeccionando tu lengua, tu mano, cada momento, y que Él mismo ciertamente traerá a juicio todo lo que piensas, hablas y haces bajo el sol!

En particular, no hay palabra en tu lengua ni sílaba que hables que antes de decirla, Él "no la sepa toda". ¡Cuán cuidadoso debes ser en "poner guarda en tu boca y vigilar la puerta de tus labios"! Cuanto cuidado para que ninguna palabra corrompida, ninguna palabra falta de amor, ningún discurso sin provecho salga de tu boca, sino "lo que es bueno y edificante para ministrar gracia a los que oyen".

Sí, si Dios ve nuestros corazones así como ve nuestras manos, y eso en todo lugar, si entiende nuestros pensamientos mucho antes de que estén revestidos de palabras, ¡Con cuánto fervor debemos hacer esa petición:

Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón;

pruébame y conoce mis inquietudes.

Y ve si hay en mí camino malo,

y guíame en el camino eterno


-John Wesley


martes, 17 de diciembre de 2019

Aprovechando el tiempo




Efesios 5:15-16

Por tanto, tened cuidado cómo andáis; no como insensatos, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.

La oportunidad se ha de abrazar y aprovechar en el momento, ¡Y esto es lo más sabio! Las bestias son mucho más sabias que aquel que descuida la oportunidad. Somos responsables de cada oportunidad. Si los gorriones están despiertos y trinando ¿está bien que los pastores estén durmiendo? Las personas del mundo de todo oficio, incluso los hijos de la violencia, aprovechan su ocasión y se despiertan temprano. ¿Acaso han de dormir los que dicen ser cristianos mientras estos otros están ya despiertos y activos? ¡Trabaja, Trabaja a buen ritmo tú que tienes el amanecer del evangelio! ¿Estás ocioso mientras el tiempo te apresura hacia la tumba? El tiempo tiene alas, y tu reloj de arena no necesita ser agitado. No hay parada para el arroyo del tiempo, y el sol se está poniendo. Cristianos perezosos, si el sol no se debe poner sobre vuestro enojo, ¡Ciertamente tampoco debe hacerlo sobre vuestra pereza! No puedes ver tu tiempo correr, pero pronto podrás ver que se ha ido. Es como un reloj, aunque no veas las manecillas moverse, puedes ver cuando ya se han movido. Malo es decir "es demasiado pronto" pero es peor decir "es demasiado tarde". La mañana es tu mejor hora, y la más adecuada para tu oficio, pero la tarde es mejor tiempo que no tener ninguno.

Si Dios nos ayuda, se puede hacer mucho trabajo en poco tiempo, pero Dios debe acudir con un milagro para compensar en una hora o dos por lo que no se hizo en 50 años. Hemos de redimir nuestro tiempo de las garras de las vanas ocupaciones que tan a menudo nos capturan. Es triste que nuestro trabajo quede por hacer por falta de tiempo cuando estamos muriendo, cuando no se ha hecho por el desperdicio de tiempo mientras estábamos vivos. Que los latigazos de la severidad divina que han caído sobre nosotros aviven nuestro ritmo conforme viajamos hacia el cielo. Existen muchos ladrones en la vela de tu tiempo que la malgastan, ya sea durmiendo, en ocupaciones, o disfrutes. Hay muchas tareas que toman tiempo en nuestro viaje. Cuanto más nos retrasemos, más duro será comenzar.

-William Jenkin

lunes, 16 de diciembre de 2019

Salmos 71:7-18




Salmos 71:7-18

7 He llegado a ser el asombro de muchos,
porque tú eres mi refugio fuerte.
8 Llena está mi boca de tu alabanza
y de tu gloria todo el día.
9 No me rechaces en el tiempo de la vejez;
no me desampares cuando me falten las fuerzas.
10 Porque mis enemigos han hablado de mí;
y los que acechan mi vida han consultado entre sí,
11 diciendo: Dios lo ha desamparado;
perseguidlo y apresadlo, pues no hay quien lo libre.
12 Oh Dios, no estés lejos de mí;
Dios mío, apresúrate a socorrerme.
13 Sean avergonzados y consumidos los enemigos de mi alma;
sean cubiertos de afrenta y de ignominia los que procuran mi mal.
14 Mas yo esperaré continuamente,
y aún te alabaré más y más.
15 Todo el día contará mi boca
de tu justicia y de tu salvación,
porque son innumerables.
16 Vendré con los hechos poderosos de Dios el Señor;
haré mención de tu justicia, de la tuya sola.
17  Oh Dios, tú me has enseñado desde mi juventud,
y hasta ahora he anunciado tus maravillas.
18 Y aun en la vejez y las canas, no me desampares, oh Dios,
hasta que anuncie tu poder a esta generación,
tu poderío a todos los que han de venir.

Al envejecer, las fuerzas menguan (versículo 9) y no podemos hacer lo mismo que hacíamos (versículos 10 al 11). Pero nuestro valor se basa, no en nuestro estatus ni en lo que dice la sociedad, sino en los ojos de Dios (versículo 7). Cuando el predicador anglicano del siglo XIX Charles Simeon se retiró después de 54 años de ministerio, un amigo descubrió que todavía se levantaba a las 4 de la mañana todos los días para orar y estudiar las Escrituras. Cuando se le sugirió que lo tomara con más calma, él replicó: "¿No debo correr con todas mis fuerzas ahora que estoy viendo la línea de meta?".

Señor, ayúdame a prepararme para la vejez ahora, mostrándome con tu Espíritu que mi valor no se basa en mis ingresos, productividad, o popularidad. Se basa en ser un miembro de tu pueblo y la familia de Dios. Amén.

-Tim Keller.

domingo, 15 de diciembre de 2019

Días de cielo sobre la tierra

Salmos 61:2

Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare.
Llévame a la roca que es más alta que yo,

Todas las dificultades y peligros deben ceder ante la omnipotencia de la fe. Por fe las puertas de Jericó cayeron después de haber sido rodeadas durante siete días, y aún las más fuertes ciudadelas del adversario deben ceder ante la perseverante y victoriosa marcha de la fe.

Por fe Daniel cerró la boca de leones y fue librado, como se nos dice expresamente. Porque creyó en Dios. No fue la justicia de su vida o su valiente fidelidad la que lo salvó, sino su confianza en el Señor. Una fe así ha contenido el golpe de la muerte y las amenazas de desastre de muchos de los hijos de Dios en las experiencias diarias de sus providenciales vidas. No existe dificultad demasiado pequeña para este ejercicio, y no hay crisis tan terrible sobre la que no pueda triunfar.

¿Avanzaremos con esta espada y este escudo y pondremos a prueba todas las posibilidades de la fe? Si lo hacemos, poseeremos una vida bendecida incluso pasando por todos los ejércitos del infierno, y sabremos que somos inmortales hasta que nuestra obra sea finalizada.

A.B. Simpson

Escúchalo en: https://youtu.be/FtS3xMQ_Yks

viernes, 13 de diciembre de 2019

Deuda imposible

Mateo 18:25

A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.

No podemos apreciar las buenas nuevas del evangelio hasta que veamos nuestra profunda necesidad. La mayoría de la gente, incluso los creyentes, nunca han pensado mucho en cuán desesperada era nuestra condición fuera de Cristo. Pocos piensan alguna vez en las aterradoras implicaciones de estar bajo la ira de Dios. Y ninguno de nosotros se da cuenta de cuán verdaderamente pecadores somos.

Jesús una vez contó una  historia (en Mateo 18:21-35)  acerca del siervo de un rey que debía a su amo diez mil talentos. Solo un talento equivalía a unos veinte años de sueldo para un obrero. ¿Por qué utilizaría Jesús una cantidad tan poco  realista cuando sabía que, en la vida real, para un siervo sería imposible acumular una deuda así?

A Jesús le gustaba usar hipérboles para dejar claras las enseñanzas. Esa inmensa suma representa una deuda espiritual que todos nosotros debemos a Dios. Es la deuda por nuestros pecados. Para cada uno de nosotros es una cantidad desorbitada.

De eso trata el evangelio. Jesús pagó nuestra deuda al completo, e hizo aún mucho más. También compró para nosotros una herencia eterna de infinito valor. Es por eso que Pablo escribió acerca de las inexcrutables riquezas de Cristo en Efesios 3:8, y Dios quiere que disfrutemos de esas riquezas aquí y ahora, incluso en medio de la dificultad y las circunstancias que nos desalientan.

Si no tenemos una convicción de pecado de corazón, no podemos tener un sentimiento serio de interés personal en el evangelio. Lo que es más, esta convicción debería crecer a lo largo de nuestras vidas cristianas. De hecho, es un signo de crecimiento espiritual el tener una cada vez mayor conciencia de nuestro pecado.

-Jerry Bridges

Escucha esta reflexión en: https://youtu.be/aB3r_YLiCcM

jueves, 12 de diciembre de 2019

La salvación compensa

2 Corintios 6:1-2

1  Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios.

2 Porque dice:
    En tiempo aceptable te he oído,
    Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.

Por "la gracia de Dios" Pablo quiere significar el mensaje del evangelio. El evangelio es llamado "gracia" porque es el instrumento, bajo el Espíritu de Dios, para derramar los beneficios de la gracia libre sobre nosotros. Recibirla en vano es recibir lo que no es de provecho. Dios ha asignado un cierto tiempo y día para otorgar su gracia, y Pablo quiere que los Corintios respondan en ese tiempo. Descuidarlo es algo que pone en peligro la salvación eterna. Cuando el tiempo y los medios se unen producen una oportunidad. El día de salvación es el momento en el  que Dios, por la gracia libre, acepta a la persona por su buena y libre voluntad. Podemos dejar que este tiempo se escape entre nuestros dedos fácilmente, por tanto, es necesario echar mano de él instantáneamente. Abrazar esta oportunidad es una sabiduría que solamente Dios puede enseñarnos. La oportunidad es tan corta y repentina, y las personas están tan cegadas por placeres, juicios y vanas esperanzas... La oportunidad ha de abrazarse en el momento, y descuidarla es el mayor destructor del mundo. Lo que arruina, no solo es negarse, sino retrasarse. Todo lo que el diablo pretende y desea es tu ahora, tu oportunidad presente. Te ofrecerá a Dios mañana, diciéndote "déjame tener tu presente, y dale a Dios todo el futuro". Pocos son los que niegan, pero la mayoría retrasa. La oportunidad presente es un breve espacio de tiempo; no lo desperdicies. No puede ser reclamada cuando ha pasado, sino que es una pérdida irrecuperable. Esaú perdió su día, y las vírgenes insensatas no pudieron traspasar la puerta cerrada del cielo. El tiempo te está apremiando a la tumba. No tienes seguridad de recibir otra oportunidad. La muerte puede llamar sin advertencia. El infierno está tan lleno de almas como lo está de propósitos dejados para después. ¡Qué no daría un alma perdida por un pedazo de tiempo desperdiciado! Nada puede compensar el descuido de la salvación, sin embargo, la salvación puede recompensar nuestro descuido de todas las demás cosas.

-William Jenkin

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Salmos 71:1-6

Salmos 71:1-6 

1 En ti, oh Jehová, me he refugiado;
    No sea yo avergonzado jamás. 
2 Socórreme y líbrame en tu justicia;
Inclina tu oído y sálvame. 
3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente.
Tú has dado mandamiento para salvarme,
Porque tú eres mi roca y mi fortaleza. 
4 Dios mío, líbrame de la mano del impío,
De la mano del perverso y violento. 
5 Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza,
Seguridad mía desde mi juventud. 
6 En ti he sido sustentado desde el vientre;
De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó;
De ti será siempre mi alabanza. 

El salmista pide ayuda porque Dios es justo (versículo 2). Pero ¿Acaso no debería eso llevar a Dios a castigarnos en vez de ayudarnos? Salmos 130:3 dice "JAH, si mirares a los pecados [y lo hace], ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?" ¿Cómo puede Dios amarnos y aun así ser fiel a su propia justicia? La Biblia es una respuesta larga y amplia a esa pregunta. Este amor sucede solo a través de Jesús. ¿Quién, aparte de Él, confió completamente en Dios desde que nació y siempre le rindió alabanza como dice el versículo 6? Él ganó la bendición de la salvación que no merecemos, y llevó la maldición por el pecado que merecemos (Gálatas 3:10-14). Si estamos en Cristo, la esperanza que tenía David en el versículo 5 se convierte en nuestra por gracia.

Oh Señor, Tú estás más dispuesto a escuchar de lo que yo lo estoy a orar, y estás más inclinado a darme más de lo que deseo o merezco. Dame la protección y el gozo que no me atrevería a pedir si no fuera porque he tomado refugio en la obra salvadora de Jesús a mi favor.

-Tim Keller

martes, 10 de diciembre de 2019

Amor a los pecadores

Romanos 5:8

Mas Dios muestra su amor para con nosotros en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros..


Si preguntáis por qué Dios nos ama, no puedo decíroslo. Supongo que será porque Él es un verdadero Padre. Es su naturaleza amar, así como es la naturaleza del sol brillar. El quiere que tengas parte en ese amor. No permitas que la falta de fe te mantenga separado de Él. No pienses que, porque eres pecador, Dios no te ama y te abandona. Él te ama y quiere salvarte y bendecirte.

Romanos 5:6 dice "Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos". ¿No es eso bastante para convencernos de que Él nos ama? No habría muerto por nosotros si no nos hubiese amado. ¿Es tu corazón tan duro que puede resistir a su amor, despreciándolo y apartándolo? Puedes hacerlo, pero será bajo un gran peligro.

Me imagino lo que dicen algunos "Sí, creemos que Dios nos ama, pero si le amamos a Él. Dios ama lo puro y santo". Tengo que deciros amigos míos que Dios no solo ama lo puro y lo santo, sino que ama también al impío. Romanos 5:8 dice "Mas Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros". Dios envió a Jesús a morir por los pecados de todo el mundo, de modo que si perteneces al mundo, tienes parte y suerte en este amor que ha sido manifestado en la cruz de Cristo.

-D.L Moody

Escúchalo en audio en: https://youtu.be/OLrF2z22g3g

miércoles, 13 de noviembre de 2019

La bondad de Dios y la obediencia


Salmos 145:9
9 Bueno es el Señor para con todos,
Y sus misericordias sobre todas sus obras.

A veces surge la pregunta de si Dios ordena ciertas cosas porque son buenas, o si las cosas son buenas porque Dios las ordena. Yo me aferro con énfasis a la primera alternativa. La segunda podría llevar a la abominable conclusión de que la caridad es buena solamente porque Dios, de forma arbitraria, lo ordena, y que podría de igual manera habernos ordenado odiarle y odiarnos unos a otros y ese odio hubiera estado bien.

Por el contrario, creo que se equivocan los que piensan que la voluntad de Dios para hacer esto o aquello no tiene otra razón más allá de su voluntad. La voluntad de Dios está determinada por su sabiduría, que siempre percibe lo que es intrínsecamente bueno, y por su bondad que siempre abraza lo bueno.

Pero, una vez que hemos dicho que Dios ordena cosas porque son buenas, hemos de añadir que una cosa intrínsecamente buena es que las criaturas racionales se rindan libremente en obediencia a su Creador. El contenido de nuestra obediencia (las cosas que se nos ordena hacer) siempre será algo intrínsecamente bueno, algo que debemos hacer incluso si, suponiendo lo imposible, Dios no lo ordenase. Pero, además del contenido, la simple obediencia también es algo intrínsecamente bueno porque, al obedecer, la criatura racional actúa de forma consciente en su papel como criaturae invierte la acción por la que caímos. Da marcha atrás sobre los pasos de Adán, y regresa.

-C.S Lewis