lunes, 16 de diciembre de 2019

Salmos 71:7-18




Salmos 71:7-18

7 He llegado a ser el asombro de muchos,
porque tú eres mi refugio fuerte.
8 Llena está mi boca de tu alabanza
y de tu gloria todo el día.
9 No me rechaces en el tiempo de la vejez;
no me desampares cuando me falten las fuerzas.
10 Porque mis enemigos han hablado de mí;
y los que acechan mi vida han consultado entre sí,
11 diciendo: Dios lo ha desamparado;
perseguidlo y apresadlo, pues no hay quien lo libre.
12 Oh Dios, no estés lejos de mí;
Dios mío, apresúrate a socorrerme.
13 Sean avergonzados y consumidos los enemigos de mi alma;
sean cubiertos de afrenta y de ignominia los que procuran mi mal.
14 Mas yo esperaré continuamente,
y aún te alabaré más y más.
15 Todo el día contará mi boca
de tu justicia y de tu salvación,
porque son innumerables.
16 Vendré con los hechos poderosos de Dios el Señor;
haré mención de tu justicia, de la tuya sola.
17  Oh Dios, tú me has enseñado desde mi juventud,
y hasta ahora he anunciado tus maravillas.
18 Y aun en la vejez y las canas, no me desampares, oh Dios,
hasta que anuncie tu poder a esta generación,
tu poderío a todos los que han de venir.

Al envejecer, las fuerzas menguan (versículo 9) y no podemos hacer lo mismo que hacíamos (versículos 10 al 11). Pero nuestro valor se basa, no en nuestro estatus ni en lo que dice la sociedad, sino en los ojos de Dios (versículo 7). Cuando el predicador anglicano del siglo XIX Charles Simeon se retiró después de 54 años de ministerio, un amigo descubrió que todavía se levantaba a las 4 de la mañana todos los días para orar y estudiar las Escrituras. Cuando se le sugirió que lo tomara con más calma, él replicó: "¿No debo correr con todas mis fuerzas ahora que estoy viendo la línea de meta?".

Señor, ayúdame a prepararme para la vejez ahora, mostrándome con tu Espíritu que mi valor no se basa en mis ingresos, productividad, o popularidad. Se basa en ser un miembro de tu pueblo y la familia de Dios. Amén.

-Tim Keller.

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