Salmos 61:2
Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare.
Llévame a la roca que es más alta que yo,
Todas las dificultades y peligros deben ceder ante la omnipotencia de la fe. Por fe las puertas de Jericó cayeron después de haber sido rodeadas durante siete días, y aún las más fuertes ciudadelas del adversario deben ceder ante la perseverante y victoriosa marcha de la fe.
Por fe Daniel cerró la boca de leones y fue librado, como se nos dice expresamente. Porque creyó en Dios. No fue la justicia de su vida o su valiente fidelidad la que lo salvó, sino su confianza en el Señor. Una fe así ha contenido el golpe de la muerte y las amenazas de desastre de muchos de los hijos de Dios en las experiencias diarias de sus providenciales vidas. No existe dificultad demasiado pequeña para este ejercicio, y no hay crisis tan terrible sobre la que no pueda triunfar.
¿Avanzaremos con esta espada y este escudo y pondremos a prueba todas las posibilidades de la fe? Si lo hacemos, poseeremos una vida bendecida incluso pasando por todos los ejércitos del infierno, y sabremos que somos inmortales hasta que nuestra obra sea finalizada.
A.B. Simpson
Escúchalo en: https://youtu.be/FtS3xMQ_Yks
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