Hebreos 12:2
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.
En tiempos de Jesús, la cruz era un instrumento de increíble horror y vergüenza. Era un castigo retorcido y degradante, que se infligía solamente sobre esclavos y la gente de clase más baja. Si un hombre libre acababa siendo sometido a la crucifixión por grandes crímenes como la traición o la insurrección, la sentencia no podía ejecutarse hasta haber sido puesto en la categoría de esclavo mediante degradación, y hasta que su libertad le hubiera sido quitada mediante azotamiento.
¿Cómo es posible que el eterno Hijo de Dios (por quién fueron creadas todas las cosas y para quien fueron creadas, ver Colosenses 1:15-16) terminara muriendo en su naturaleza humana con una de las muertes más humillantes jamás diseñadas por los hombres?
Sabemos que la muerte de Jesús en la cruz no lo tomó de sorpresa. Continuamente la predijo a Sus discípulos (Ver Lucas 18:31-33 por ejemplo). Y con la crucifixión aproximándose, Él mismo dijo "Ahora mi alma se ha angustiado; y ¿qué diré: «Padre, sálvame de esta hora»? Pero para esto he llegado a esta hora" (Juan 12:27). Jesús dijo que había venido a morir.
Pero ¿Por qué? ¿Por qué Jesús vino a morir? Los apóstoles Pablo y Pedro nos dieron la respuesta en términos claros y concisos. Pablo escribió "Cristo murió por nuestros pecados de acuerdo a las Escrituras" y Pedro dijo "Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios".
Cristo murió por nuestros pecados. Jesucristo el eterno Hijo de Dios, tomó sobre sí una naturaleza humana y murió una muerte horrible por nosotros. Esa es la razón de la cruz. Sufríó lo que deberíamos haber sufrido nosotros. Murió en nuestro lugar para pagar el castigo por nuestros pecados.
- Jerry Bridges.
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