Romanos 8:30: "Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó"
Entre la eternidad pasada en la predestinación de Dios, y la eternidad futura en la glorificación de Dios, no se pierde nadie.
Nadie que haya sido predestinado para ser hijo deja de ser llamado. Nadie de los que han sido llamados deja de ser justificado. Y tampoco nadie de los que son justificados deja de ser glorificado. Es una cadena de acero inquebrantable de fidelidad divina al pacto.
Y por eso Pablo dice en Filipenses 1:6: "Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo" y también en 1 Corintios 1:8-9: "el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor"
Estas son las promesas de nuestro Dios, quien no puede mentir. Aquellos que han nacido de nuevo están tan seguros como que Dios es fiel.
https://www.youtube.com/watch?v=M5dfhcyIwa4
Traducido de: http://solidjoys.desiringgod.org/en/devotionals/as-secure-as-god-is-faithful
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