Gálatas 6:8: "Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna"
La fe tiene un apetito insaciable por experimentar tanto de la gracia de Dios como sea posible. Por eso, la fe presiona hacia el río donde la gracia de Dios fluye con más libertad, que es el río del amor.
¿Qué otra fuerza nos impulsaría a alejarnos de nuestro cómodo salón y a tomar sobre nosotros las inconveniencias y los sufrimientos que requiere el amor?
¿Qué nos iba a impulsar a ...
* Saludar a los extraños cuando sentimos tímidez?
* A ir donde un enemigo a rogar por una reconciliación cuando nos sentimos indignados?
* A diezmar cuando nunca lo hemos intentado?
* A hablar a nuestros compañeros acerca de Cristo?
* A invitar a los nuevos vecinos a un estudio Bíblico?
* A ir a otras culturas con el Evangelio?
* A crear un nuevo ministerio para alcohólicos?
* A pasar la tarde conduciendo una furgoneta?
* A invertir una mañana entera para orar por la renovación?
Ninguno de estos costosos actos de amor sucede simplemente. Son impulsados por un nuevo apetito, el apetito de la fe por la experiencia completa de la gracia de Dios.
Creo que es a esto a lo que Pablo se refería cuando dijo que deberíamos "sembrar para el Espíritu" en Gálatas 6:8. Por fe, debemos poner las semillas de nuestra energía en los surcos donde sabemos que el Espíritu obra para traer fruto - los surcos del amor.
Tengamos fe para sembrar nuestras energías en amar.
https://www.youtube.com/watch?v=2PmcsJv9-9A
Traducido de http://solidjoys.desiringgod.org/en/devotionals/what-moves-you-to-minister
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