Salmos 73:26: "Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre"
El verbo literalmente es desfallecer: "¡Mi carne y mi corazón desfallecen!" ¡Estoy abatido! ¡Estoy desanimado! Pero inmediatamente después contraataca contra el abatimiento: "Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre".
El salmista no cede. Contraataca la incredulidad.
En esencia está diciendo "En mi interior me siento débil e inútil, incapaz de dar la talla. Mi cuerpo está derrotado y mi cabeza casi muerta. Pero sea cual sea la razón para este abatimiento, no cederé. Confiaré en Dios y no en mí mismo. Él es mi fuerza y mi porción".
La Biblia está llena de ejemplos de santos que luchan contra un espíritu hundido. El Salmo 19:7 (LBLA) dice: "La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma". Esto es una admisión clara de que el alma de los santos a veces necesita ser restaurada. Y si necesita ser restaurada, es porque en cierto sentido estaba "muerta".
David dice lo mismo en el Salmo 23:2-3 "Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma". El alma de este hombre "conforme al corazón de Dios" (ver 1 Samuel 13:14) necesitaba ser confortada. Estaba muriendo de sed y a punto de caer exhausto, pero Dios llevó su alma a las aguas y le dio vida de nuevo.
Dios puso estos testimonios en la Biblia para que los utilicemos en la lucha contra la incredulidad del abatimiento.
https://www.youtube.com/watch?v=keL_zsMuBCE
Traducido de: http://solidjoys.desiringgod.org/en/devotionals/models-for-combating-discouragement
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