Romanos 8:1: "Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús"
¿Cuál es nuestra base para no guardar rencor contra los hermanos y hermanas cristianos que se arrepienten?
Nuestra indignación moral ante una terrible ofensa no se evapora simplemente porque el que nos haya ofendido sea Cristiano. De hecho, puede que incluso nos sintamos más traicionados, y un simple "lo siento" a menudo parecerá completamente desproporcionado comparado con el dolor y la fealdad de la ofensa.
Pero, en este caso, estamos tratando con compañeros cristianos, y la promesa de la ira de Dios no se aplica porque, según Romanos 8:1 "ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús", y 1 Tesalonicenses 5:9 "Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo".
¿Dónde acudimos para asegurarnos de que se hará justicia, para asegurarnos de que el cristianismo no es una burla a la seriedad del pecado?
La respuesta es que miramos a la cruz de Cristo. Todas las faltas que se han cometido contra nosotros por otros creyentes fueron vengadas en la muerte de Jesús. Esto es lo que implica el simple pero asombroso hecho de que todos los pecados del pueblo de Dios fueron puestos sobre Jesús (como dice en Isaías 53:6; 1 Corintios 15:3, etc).
El sufrimiento de Cristo fue la recompensa de Dios por cada herida que hayas recibido de algún compañero cristiano. Por tanto, el cristianismo no considera el pecado como algo ligero. No añade insulto a nuestra herida.
Por el contrario, el cristianismo se toma el pecado cometido contra nosotros tan en serio que, para enderezarlo, Dios entregó a su propio Hijo para sufrir mucho más de lo que podríamos hacer sufrir a cualquiera por lo que nos ha hizo a nosotros.
https://www.youtube.com/watch?v=xKdnFfz_L1I
Traducido de http://solidjoys.desiringgod.org/en/devotionals/when-another-christian-hurts-you
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