Mateo 2:2 "... ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle"
Una vez tras otra, la Biblia frustra nuestra curiosidad acerca de cómo sucedieron ciertas cosas. ¿Cómo llevó esta estrella a los magos desde oriente a Jerusalén?
No se nos dice si los dirigió o si fue delante de ellos. Solamente se dice que vieron una estrella en el oriente, y vinieron hasta Jerusalén. ¿Y cómo fue la estrella delante de ellos en el camino de cinco millas que hay entre Jerusalén y Belén como dice el versículo 9? ¿y cómo se paró la estrella "donde estaba el niño"?
La respuesta es que no lo sabemos. Ha habido numerosos esfuerzos por explicarlo en términos de conjunciones de planetas, cometas, o luces milagrosas. Pero simplemente no lo sabemos. Y me gustaría exhortarles a que no se preocupen en desarrollar teorías que solamente sean tentativas al fin y al cabo, y que tienen poca importancia espiritual.
Me arriesgaría a decir algo: la gente que se afana y se preocupa en cosas tales como la forma en que funcionaba la estrella, cómo se dividió el Mar Rojo, cómo el maná caía, cómo Jonás sobrevivió en el vientre del pez y cómo la luna se vuelve sangre, son personas que tienen lo que yo llamo una mentalidad para lo marginal. No se puede ver en ellas que disfruten profundamente de las cosas importantes del evangelio: la santidad de Dios, la fealdad del pecado, la inutilidad del hombre, la muerte de Cristo, la justificación solo por fe, la obra santificadora del Espíritu, la gloria del regreso de Cristo y el juicio final. Siempre están intentando llevarnos por cuestiones de importancia secundaria, con nuevos artículos y libros. Hay poco regocijo concentrado.
Pero lo que está claro con respecto a este asunto de la estrella es que la estrella está haciendo algo que no puede hacer por sí misma: está guiando a los magos hacia el Hijo de Dios para adorarle.
En el pensamiento bíblico, solamente puede existir una Persona que pueda estar tras la intención de las estrellas: el mismo Dios.
Así que la lección es simple: Dios está guiando a unos extranjeros hacia Cristo para que lo adoren. Y lo está haciendo ejerciendo una influencia y un poder global, probablemente universal.
Lucas nos muestra a Dios influenciando al Imperio Romano al completo para que el censo llegue en el momento exacto para que una virgen vaya a Belén y cumpla la profecía con su alumbramiento. Mateo nos muestra a Dios influenciando las estrellas en el cielo para que unos magos extranjeros lleguen a Belén y puedan adorarle.
Este es el plan de Dios. Lo hizo ahora, y todavía lo está haciendo. Su objetivo es que las naciones, todas las naciones (ver Mateo 24:14), adoren a su Hijo.
Esta es la voluntad de Dios para todos en nuestro trabajo, en nuestro vecindario y en nuestro hogar. Como dice Juan 4:23: "tales adoradores busca que le adoren".
Al comienzo de Mateo tenemos todavía un patrón de "venid a ver". Pero al final tenemos el patrón de "ir y contad". Los magos vinieron y vieron, nosotros tenemos que ir y contar.
Pero lo que no es diferente es que el propósito de Dios es reunir a las naciones para adorar a su Hijo. La exaltación de Cristo en la adoración ferviente de todas las naciones, es la razón por la que el mundo existe.
https://www.youtube.com/watch?v=PNsr9g0fHY0
Traducido de: http://solidjoys.desiringgod.org/en/devotionals/bethlehem-s-supernatural-star
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