Hebreos 11:26 "Teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón"No elegimos el sufrimiento simplemente porque nos lo digan, sino porque aquel que nos lo dice habla del sufrimiento como el camino hacia el gozo eterno.
Nos convoca a la obediencia del sufrimiento, pero no para demostrar la fuerza de nuestra devoción, de nuestro deber, o para revelar el vigor de nuestra resolución moral. Tampoco para probar cuál es nuestra tolerancia al dolor, sino para manifestar, con una fe como la de un niño, lo infinitamente preciosas que son sus promesas, que todo lo satisfacen.
Moisés "escogio antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado ... porque tenía puesta la mirada en el galardón". Por eso, su obediencia glorificó al Dios de gracia, en lugar de glorificar su decisión de sufrir.
Esta es la esencia del hedonismo cristiano. En la búsqueda del gozo a través del sufrimiento, magnificamos el gran valor de la fuente de nuestro gozo que lo satisface todo. Dios mismo brilla como la luz al final del túnel del dolor.
Si no comunicamos que Él es el objetivo y la base de nuestro gozo en el sufrimiento, entonces el significado de nuestro sufrimiento se pierde.
El significado es este: Dios es ganancia, Dios es ganancia, Dios es ganancia.
El propósito final de la existencia del hombre es glorificar a Dios. Y en el sufrimiento, más que en ninguna otra situación, se muestra que Dios es más glorificado en nosotros cuando nosotros estamos más satisfechos en Él.
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