Colosenses 1:9-10
9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
Las oraciones de Pablo por los creyentes de Colosas reflejan sus verdaderos sentimientos por ellos, y nos dan instrucción a nosotros. Los versículos 9 y 10 motivaban a los colosenses a continuar en lo que habían aprendido, y no buscar la falsa "vitalidad espiritual" que supuestamente podrían encontrar en las herejías.
Siempre somos tentados a buscar manifestaciones deslumbrantes de "vitalidad espiritual" y rápido crecimiento que, según se dice, están a nuestra disposición a través de alguna enseñanza o método que habíamos pasado por alto. Muchos libros y maestros hoy día prometen rápidos avances en poder y santidad, ya sea a través de la repetición de la misma oración cada día, a través del "nombrar y reclamar" del evangelio de la sanidad y prosperidad, o la promesa de la victoria inmediata sobre el diablo a través del bautismo del Espíritu Santo después de la conversión. En la vida de aquellos que abrazan estas enseñanzas se consigue mucho menos que esto, como puede comprobarse si se hace un sondeo honesto de tales cosas. Sin embargo el énfasis en las metodologías oscuras y secretas para producir un crecimiento espiritual han sido un problema en la iglesia durante siglos.En la Colosas del primer siglo, los falsos maestros prometían caminos rápidos a la madurez espiritual a través de planes dietéticos, prácticas ascéticas, días santos y otras cosas (Ver capítulo 2, versículos 16 al 23).
La respuesta del apóstol no es negar el crecimiento y progreso espiritual, sino basarlo en la búsqueda simple y fiel de lo que ya se había presentado claramente a todos en el Evangelio. La oración de Pablo en Colosenses 1:9-10 tiene muchos paralelos con los versículos del 3 al 6 del capítulo uno, e indica que el crecimiento viene a través de continuar diligentemente en lo que Dios ha revelado a toda la iglesia, no persiguiendo la última novedad. Le pide ayuda al Señor para ayudar a los colosenses a caminar de manera que den fruto, tal y como el simple evangelio de Pablo y Epafras lleva fruto a todo el mundo (versículo 6). Pablo también ora para aumentar el conocimiento de la voluntad de Dios, un entendimiento más profundo de la verdad que está accesible a todos en el mensaje del evangelio, y que fortalece la fe de aquellos que creen (versículos 4 y 9). El hecho de que Pablo ore por estas cosas (que son cosas que la gente ya tiene la predicación de la verdad) muestra que los creyentes entran al reino y crecen en madurez de la misma manera, es decir, estudiando y escuchando la Palabra de Dios revelada a todo su pueblo.
Es demasiado fácil para nosotros creer que una vez que conocemos lo básico del evangelio, debemos ir más allá para obtener el verdadero crecimiento espiritual. Sin embargo, no son las revelaciones y métodos extrabíblicos los que nos hacen madurar, ni la búsqueda de significados y códigos esotéricos en las Escrituras. En lugar de eso lo que logra la madurez es el continuo esfuerzo por cavar en las profundidades del mensaje del Evangelio y su aplicación a toda la vida, lo cual, de hecho, es la historia de la Biblia.
Traducido de:https://www.ligonier.org/learn/devotionals/proper-christian-growth/
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