martes, 4 de agosto de 2015

El regalo del amor -John MacArthur

1 Juan 4:7, 19: "7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios . . . 19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero"

El verdadero amor no puede ser generado a nivel humano. Es un regalo de Dios.

Las Escrituras con frecuencia nos hacen demandas que parecen imposibles para nosotros. Por ejemplo, Jesús dijo "Amad a vuestros enemigos, y orad por los que os persiguen" (Mateo 5:44). Es fácil decirlo, pero ¿cómo es posible? Nuestra tendencia natural es amar a nuestros amigos y odiar a nuestros enemigos. Pero Jesús dijo (Mateo 5:46-47): "Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?".

En Israel, los llamados publicanos eran los recaudadores de impuestos, y se les consideraba traidores. A los géntiles (que eran todos aquellos que no fuesen israelitas) se les consideraba desterrados espirituales. Sin embargo, tanto los traidores como los desterrados muestran amor y cariño recíprocamente. Jesús nos llama a un nivel de amor mucho más alto, un nivel de amor que es imparcial, similar al que Dios muestra cuando hace "salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos" (versículo 45). Como vemos del mismo Dios, este amor se extiende a aquellos que no son dignos de él. Romanos 5:8 dice: "Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros".

A pesar de generaciones de rebelión y menosprecio contra Su santa voluntad y su nombre, Dios sacrificó a Su amado Hijo, proporcionando un medio por el que los pecadores pudiesen ser salvados. Por amor, Jesús sufrió voluntariamente el dolor y la vergüenza de la cruz, y pagó el precio de nuestra redención. ¡Ese es el amor divino en acción!

Dios nos ordena amar como Él ama: de forma imparcial y sacrificial. Eso puede sonar imposible a nivel humano, pero recuerda que Dios nunca requiere de nosotros algo para lo que no nos haya capacitado previamente. En el momento de tu salvación, el Espíritu Santo comenzó a vivir dentro de ti y a producir el fruto del amor (ver Gálatas 5:22). No tienes que reunir las fuerzas por ti mismo. Todo lo que tienes que hacer es invitar al Espíritu Santo para que tome el control, permitiendo que gobierne tus pensamientos y acciones. Conforme lo haces, su precioso fruto se verá multiplicado en tu vida.

Sugerencias de oración:

-Agradece a Dios por el amor del Espíritu que ha puesto dentro de ti.
-Pide al Padre que te de oportunidades en el día de hoy para aprender cómo amarle de forma más perfecta.

Para estudiar:

Memorizar Gálatas 5:22-23: "22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley".


Traducido de: https://www.gty.org/resources/devotionals/drawing-near

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