"miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra". (Isaías 66:2)
La primera marca de un corazón recto, es que tiembla ante la Palabra de Dios.
Isaías 66 trata sobre el tema de que algunas personas adoran de una manera que agrada a Dios y otras adoran de forma que no le agrada. El versículo 3 describe a los malvados que traen sus sacrificios: "El que sacrifica buey es como si matase a un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollase un perro". Sus sacrificios son una abominación para Dios, comparable a un asesinato ¿Por qué?
En el versículo 4 Dios lo explica: "llamé, y nadie respondió; hablé, y no oyeron". Sus sacrificios eran abominaciones para Dios porque la gente estaba sorda a su voz. Pero ¿qué hay de aquellas oraciones que Dios escuchó? Dios dice en el versículo 2: "miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra".
De esto concluimos que la primera marca de los rectos, de aquellos cuyas oraciones son un deleite para Dios, es que ellos tiemblan ante su Palabra. Ellos son los que el Señor mirará.
Por tanto la oración de los rectos, en la que Dios se deleita, sale de un corazón que, al principio, se siente precario en la presencia de Dios. Tiembla al escuchar la Palabra de Dios, porque se siente muy alejado del ideal de Dios, se siente muy vulnerable a su juicio, se siente muy inútil, y le duelen muchos sus faltas.
Precisamente esto es lo que David dijo en Salmos 51:17: "Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios". La primera cosa que hace que una oración sea aceptable para Dios, es el quebrantamiento y humildad de aquel que ora.
https://www.youtube.com/watch?v=FMSjSGYB3Ms
Traducido de: http://solidjoys.desiringgod.org/en/devotionals/what-kind-of-prayer-pleases-god
No hay comentarios:
Publicar un comentario