domingo, 12 de septiembre de 2010

Cómo sentirse valorado

Como expresiones individuales de una mente infinita, fuimos creados con un sentido específico del propósito y la dirección que se supone que debemos perseguir en nuestras vidas. Para algunos puede ser el amor de la expresión creativa, para otros algo completamente diferente. Pero para algunos de nosotros es absolutamente único y dado por Dios.

Podemos comenzar a buscar nuestro sentido de valor mediante la aprobación de otros, sin saber de donde viene nuestro verdadero sentido de satisfacción. Sin embargo cada uno de nosotros, de una u otra forma debemos acabar descubriendo al fin de donde viene nuestro sentido real de satisfacción.

Nuestro sentido de valor no se determina por cómo los demás nos responden, ni por el toque afectuoso, ni por la mirada de aprobación o la palabra de apreciación de otro. Nuestro valor es completamente dependiente de nuestro amor a Dios, y reconocemos esta experiencia y este sentido de valor sólo conforme buscamos tener un conocimiento más amplio de nuestra relación con Dios. Cuanto más entendemos nuestro indisoluble vínculo con lo divino, el abrazo tierno de amor hacia la humanidad, más cerca estamos de entender donde yace nuestro verdadero sentido de propósito y plenitud.

Nuestro valor consciente viene de reconocer la omnipresencia del Amor. Es reconocer que nuestro sentido de identidad es espiritual, inalterable y completamente puro. Y cuanto más reconocemos cual es nuestro valor consciente, por qué exactamente somos valiosos para el mundo, más cerca estamos de experimentar un sentido de propósito divino en nuestras vidas. Cuanto mayor sea nuestra apreciación de la presencia de Dios en nuestras vidas, más fácil será darse cuenta de que no hay ningún factor externo que determine nuestro valor aparte del Amor de Dios.

Por Alanna Truog, traducido de: http://tmcyouth.com/blogs/how-to-feel-valuable/

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