miércoles, 17 de marzo de 2010

El niño y el helado

Una madre llevó a su hijo al restaurante. El niño, de 6 años, pidió bendecir la mesa. Al inclinar sus cabezas, el pequeño dijo: "Dios es bueno y grande. Gracias por la comida, e incluso estaría más agradecido si mamá nos comprara un helado para el postre. ¡Y pido libertad y justicia para todos, amen!"

Entre las risas de algunos clientes que estaban cerca, escuché a una mujer decir: "Eso es lo malo de este país. Los niños ni siquiera saben como se hace una oración. ¡Pedir a Dios un helado! Jamás se me ocurriría tal cosa."

Al escuchar esto, el pequeño rompió a llorar y le preguntó a la madre: "¿Qué hice mal mamá?¿Esta Dios enfadado conmigo?" La madre estaba intentando consolar al niño cuando un anciano se acercó a la mesa. Guiñó el ojo al niño y le dijo: "Sé que Dios piensa que tu oración fue muy buena".

-¿De veras? - dijo el niño.
-Tocó mi corazón -respondió el hombre.

Entonces susurrando y haciendo un gesto con la cabeza en dirección a la mujer que había provocado el llanto del niño, el hombre añadió: "Es una pena que ella nunca le pida a Dios un helado. Un poco de helado es bueno para el alma de vez en cuando."

Después de la comida, la madre compró al niño un helado. El pequeño se quedó mirándolo por un instante y después hizo algo que la madre jamás olvidaría. Tomó el helado, caminó hacia la mesa cercana, y lo puso delante de la mujer. Con una gran sonrisa le dijo "Tome, esto es para usted. El helado es bueno para el alma de vez en cuando, y mi alma ya está buena."

Traducido de:

2 comentarios:

RESOLUCION DE CONFLICTOS dijo...

muy buena enseñanza!!!!

Camila dijo...

Muy linda la enseñanza y muy interesante. Cada vez que puedo trato de encontrar diversas historias con distintas moralejas. Suelo ir con mi familia a un mcdonalds en rosario, pero nunca me paso vivir una situación similar