Un ermitaño estaba meditando cerca de un río cuando un joven lo interrumpió diciendo: "Maestro, deseo convertirme en tu discípulo". "¿Por qué?" respondió el ermitaño. El joven pensó durante un momento y contestó: "Porque quiero encontrar a Dios".
El maestro saltó de repente y agarrando al joven por el cogote, lo arrastró al río y metió su cabeza bajo el agua. Después de mantenerlo así durante un minuto, pataleando e intentando liberarse, el maestro finalmente sacó la cabeza del joven de debajo del agua. El muchacho tosió expulsando agua y respiró pesadamente para recuperar el aliento. Después de un rato, cuando se hubo calmado, el maestro habló:
-"Dime, ¿qué es lo que más querías cuando estabas bajo el agua?"
-"¡Aire!" respondió el joven.
"Muy bien" dijo el maestro "Vuelve a casa y regresa a mí cuando desees a Dios tanto como deseabas el aire".
Traducido de: http://www-usr.rider.edu/~suler/zenstory/wantgod.html
2 comentarios:
Muy linda refleccion. Gracias
tremendo desafio !! bediciones !
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