sábado, 13 de agosto de 2016

Johann Sebastian Bach - "El quinto evangelista"

Cuando tenía 48 años, Johann Sebastian Bach adquirió una copia de la traducción de la Biblia de Lutero en tres volúmenes. La estudió minuciosamente como si fuese un tesoro perdido. Subrayó pasajes, corrigió errores en el texto y los comentarios, insertó palabras faltantes y escribió notas en los márgenes. Cerca de 1 Crónicas 25 (una lista de los músicos de David), Bach escribió "Este capítulo es el fundamento verdadero de toda la música que agrada a Dios". En 2 Crónicas 5:13 (que habla de la alabanza a Dios de los músicos del templo), anotó: "En una representación musical reverente, Dios siempre está cerca con su graciosa presencia".

Como dijo un erudito, Bach el músico era "un cristiano que vivía con la Biblia". Además de ser el mayor organista y compositor de la era del barroco, y uno de los genios más productivos en la historia de la música occidental, Bach también fue un teólogo que trabajaba con el teclado.

Genio Temprano


Nació y fue a la escuela en Eisenach, Thuringia (en la misma escuela a la que había asistido Lutero), y formó parte de una familia que en siete generaciones había producido 53 músicos prominentes. Johann Sebastian recibió su primera instrucción musical de su padre, Johann Ambrosius, un músico de la ciudad. A la edad de 10 años Bach quedó huérfano, y fue a vivir y estudiar con su hermano mayor, Johann Christoph, un organista de Ohrdruf.

A los 15 años Bach estaba listo para establecerse en el mundo musical, e inmediatamente mostró un talento inmenso en una variedad de áreas. Se convirtió en soprano (a las mujeres no se les permitía cantar en la iglesia) en el coro de la iglesia de Lüneburg de San Miguel. Tres años después, era violinista en la orquesta de cámara del príncipe Johann Ernst de Weimar. Después de unos cuantos meses, se mudó a Arnstadt para convertirte en organista de iglesia.

En Octubre de 1705, Bach fue invitado a estudiar durante un mes con el renombrado organista y compositor Danés (aunque nacido alemán) Dietrich Buxtehude. Bach quedó tan enamorado con su profesor, que alargó la visita a dos meses. Cuando volvió a su iglesia, fue criticado severamente por incumplimiento de contrato, y en las semanas siguientes, por sus nuevas florituras en el órgano y las armonías que acompañaban el canto congregacional. Pero ya era demasiado respetado como para ser despedido.

En 1707 se casó con una prima segunda, Maria Bárbara Bach, y fue a Mülhausen para convertirse en organista en la iglesia de San Blasius. Después de varias mudanzas y empleos prominentes, se asentó finalmente en Leipzig en 1723, donde se mantuvo por el resto de su vida.

María murió en 1720, y se casó al año siguiente con Anna Magdalena Wilcken, una consumada cantante. Ella le dio 13 hijos además de los siete que había tenido con Maria, y le ayudó a copiar su música para los intérpretes.

Amargo entorno, obra brillante

La estancia de Bach en Leipzig, como director musical y jefe de coro de la iglesia y escuela de Saint Thomas, no fue siempre feliz. Disputaba continuamente con el consejo de la ciudad, y ni el consejo ni el pueblo apreciaba su genio musical. Decían que era un anciano de miras estrechas que se aferraba tozudamente a formas de música obsoleta. En consecuencia, le pagaban un salario miserable, y cuando murió, incluso tramaron cómo defraudar a su viuda de su excasa herencia.

Irónicamente, fue en este entorno donde Bach escribió su música más perdurable. Durante un tiempo escribió una cantata por semana (hoy día un compositor que escribe una cantata al año es altamente alabado). De ellas 202 sobreviven. La mayoría concluyen con una coral basada en algún himno simple luterano, y la música está en todo momento estrechamente ligada a textos bíblicos. Entre estos trabajos está la Cantata de la Ascensión y el Oratorio de Navidad.

En Leipzig también compuso su épica Misa en B menor, La Pasión de San Juan, y La Pasión según San Mateo. Todas ellas para ser utilizadas en servicios de adoración. La última pieza ha sido llamada a veces "el logro cultural supremo de toda la civilización occidental", e incluso el radical escéptico Friedrich Nietzsche (1844-1900) admitió al escucharla: "Alguien que ha olvidado el cristianismo completamente, den verdad lo escucha aquí como el evangelio".

Avivamiento de Bach


Después de la muerte de Bach, pareciera que la gente estaba contenta de poder limpiar los oídos de su música. Se le recordaba menos como un compositor que como organista y clavecinista. Parte de su música fue vendida, y hay registros de que parte de ella fue utilizada para envolver basura. Durante los 80 años siguientes, su música fue descuidada por el público, aunque unos cuantos músicos (Mozart y Beethoven por ejemplo) la admiraban. No fue hasta 1829, cuando el compositor alemán Felix Mendelssohn arregló una representación de La Pasión según San Mateo, que una audiencia más amplia apreció a Bach como compositor.

En términos puramente musicales, Bach ha llegado a ser conocido como alguien que podía combinar el ritmo de las danzas francesas, la gracia del canto italiano, y lo intrincado del contrapunto alemán en una sola composición. Además, Bach podía escribir equivalentes musicales de ideas verbales, tales como una melodía ondulante para representar el mar.

Pero para Bach, la música no fue nunca solo música. Casi tres cuartos de sus 1.000 composiciones fueron escritas para utilizar en el culto de la iglesia. Entre su genio musical, su devoción a Cristo, y el efecto de su música, ha llegado a ser conocido en muchos círculos como "el quinto evangelista".

martes, 10 de mayo de 2016

Carteles Cristianos de Charles Spurgeon

En la nueva página facebook Devocional Charles Spurgeon, se publican devocionales cristianos en audio a diario de esté conocido predicador. Pero además, aparecen citas en carteles diariamente que son ideales para motivarnos, reflexionar, y compartir con amigos y familiares.

He aquí unas muestras:



Sobre el discernimiento tenemos:




Y una interesante reflexión sobre el hacer la voluntad de Dios y la nuestra



Haz "me gusta" en la página Devocional Charles Spurgeon, y recibe los devocionales y carteles en facebook.

Saludos


martes, 19 de abril de 2016

Diez principios de productividad personal (Ask Pastor John Spanish-Español)

Un oyente escribe al programa "Pregunta al pastor John" diciendo: "Pastor John, gracias por su precisión centrada en Cristo y por el tremendo volumen de enseñanza de su ministerio. Tengo curiosidad por saber cómo hace para producir tanto contenido. ¿A qué hora se levanta, o encuentra tiempo para leer, escribir o comerse sus cereales? Usted menciona su aversión a la televisión en el libro "No desperdicies tu vida", pero ¿Qué consejos tiene para crear un horario diario de manera que maximicemos la vida para Cristo?

El pastor John Piper responde:

Tengo 10 cosas que decir.

1. No me copies.

Antes de nada, cuidado con el querer ser como yo. No conoces los pecados de mi vida. No sabes cuántas cosas he descuidado, ni cuál ha sido el costo de eso. La pregunta real es como ser el tú más pleno, centrado en Dios, exaltador de Cristo, bíblico, amoroso, humilde promotor de misiones, buscador de la justicia y servidor de otros que puedas. No te midas por otros. Mídete por tu potencial en Cristo.

2. Céntrate en grandes metas

Dedica el 10% de tu vida a evitar los obstáculos a la productividad, y el 90% a aferrarte a grandes metas y a perseguirlas con todas tus fuerzas. Poca gente se convierte en productiva evitando los obstáculos a la productividad. No es un buen enfoque, no es de ahí de donde viene la energía. No es de ahí de donde viene la visión.

La gente escribe libros sobre ese tema y hace un montón de dinero, pero no es de ahí de donde nadie consigue hacer algo que merezca la pena. Conseguir hacer cosas que cuenten viene de las posibilidades grandes, gloriosas y maravillosas que te cautivan y te llevan a buscarlas con todas tus fuerzas. Luego, todo lo demás de quitar los obstáculos del camino es un 10% de trabajo de limpieza que tienes que hacer.

3. Ten en cuenta la etapa de tu vida

La vida sucede en etapas, que son muy diferentes unas de otras. Si estás casado y tienes hijos pequeños, esa es una etapa que necesita una gran cantidad de atención sobre los hijos. Si Dios quiere, habrá otra etapa con diferentes posibilidades, diferente potencial, y diferentes prioridades. Al Señor le agradará que te centres en la etapa que estás viviendo con todas tus fuerzas, de acuerdo a las exigencias de esa etapa.

4. Trabaja según el objetivo de tu vida

Dedica tiempo a pensar y a la oración para saber cuál es el gran objetivo que consume tu vida. La expresión del mío se encuentra en Filipenses 1:20-21: "es mi anhelo y esperanza (y aquí está hablando John Piper, no solamente Pablo) es mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia". Así que es que Cristo sea magnificado en la vida y en la muerte, esparcir una pasión por ese Cristo en las vidas de otros. Ese es el objetivo, ese es el objetivo mayor que incluye todo. Encuentra tu objetivo y hazlo trabajar en todo lo que hagas.

5. Trabaja teniendo pensando que rendirás cuentas a Dios

Ten un sentido arraigado en el Evangelio de rendir cuentas ante el Dios viviente. Es decir, entiende el evangelio y la dinámica espiritual de cómo funciona. No trabajas para entrar en una buena relación con Dios. La dinámica del evangelio no funciona así. Trabajas de la mañana a la noche con todas tus fuerzas porque estás en una buena relación con Dios. Filipenses 2:12-13:"Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque (y esta es el soporte, la base, el fundamento) Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer". Esa es la dinámica del evangelio. "por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo". La gracia de Dios ya había tomado residencia en mí, y estaba trabajando en mí (Ver 1 Corintios 15:10). Y si te equivocas en ese orden, puedes llegar a hacer mucho en la vida e ir directo al infierno con todos tus libros y tus edificios.

Permite que el Señor Jesús intensifique el sentimiento de rendir cuentas en el último día con la parábola de los talentos (Mateo 25:14-30). Él dio a una persona cinco, a otra dos, y a otra persona le dio uno. Vino a llamar a cuentas, y la persona con uno escuchó estás terribles palabras: "Siervo malo y negligente" (Mateo 25:26). Yo no quiero escuchar esas palabras. No quiero hacerlo.

Quiero experimentar lo opuesto, la contrapartida de esas palabras que se encuentra en Lucas 12:42: "¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa?" A menudo pensaba en esas palabras cuando era pastor. Estaba "sobre una casa, para darles su ración a su debido tiempo" (Lucas 12:42) "Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así"  (Lucas 12:43).

Cuando estaba sentado preparando mis mensajes, escribiendo algo, o dirigiendo a mi familia en el devocional decía: Ven ahora Señor Jesús, y me encontrarás haciéndolo. Eso es lo opuesto al siervo malo y negligente, que enterró tu talento y no hizo nada con él. Ese es el consejo número cinco.

6. Trabaja con urgencia

Añade a tu sentimiento de rendir cuentas a Dios un sentimiento de urgencia "[Nos] es necesario hacer las obras del que [nos] envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar" (Juan 9:4). O Efesios 5:15-16: "Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios ..." literalmente redimiendo el tiempo, "porque los días son malos". O Colosenses 4:5: "Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo". Hay una urgencia en esto. Los días son malos y la noche viene.

7. Acaba con la apatía

Haz lo que hagas con todo el corazón. Deja la apatía. Hay mucha gente que se arrastra por la vida haciendo lo que hacen con apatía, con la mitad de su energía. Si merece la pena hacerlo, entonces merece la pena hacerlo con toda el alma. Eclesiastés 9:10 dice: "Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas". La resolución de Johnathan Edwards probablemente tuvo más impacto sobre mí en los últimos 30 años que cualquier otra cosa que dijera (al menos en sus resoluciones) cuando dijo: "Resuelvo vivir con todas mis fuerzas mientras viva" (resolución número 6). Esas palabras me atraparon hace mucho tiempo. Pensé: "Oh, sí Señor".

Lo opuesto de esto es la palabra que se usa catorce veces en el libro de proverbios: "perezoso". ¿No es una palabra fea? "perezoso". 14 veces. Y ¿qué es un perezoso? Proverbios 20:4 dice: "El perezoso no ara a causa del invierno; Pedirá, pues, en la siega, y no hallará". No quieras ser un perezoso.

8. Persistir, persistir y persistir

Con muchos golpes se hace caer un gran árbol. Eso es muy importante, porque nos desanimamos rápidamente cuando damos mil golpes y el árbol todavía no ha caído. Acabo de terminar de escuchar Robinson Crusoe. Y puedes pensar ¿Qué es esto? ¿Qué hace John Piper escuchando una novela para adolescentes? Nunca he escuchado alguno de esos clásicos, así que los estoy escuchando. Robinson Crusoe, naufrago en una isla, solo, quiere escapar y necesita un bote. La tierra firme está a 45 millas. Puede que haya caníbales allí, y no está seguro de querer ir, pero necesita un bote. No tiene otra cosa que hacer, así que se pone a construir un bote. Encuentra un árbol. El árbol tiene cinco pies y diez pulgadas de grosor en la parte de abajo, y él tiene un hacha. Le lleva 22 días cortar el árbol, 14 días más cortarle las ramas, y un año y medio terminar el bote con el hacha. Yo cortaría el árbol durante un día o dos, y diría: Este árbol no va a caer. Lo dejo. Voy a trabajar en un árbol más pequeño. Así que esa es la clave. Muchos golpes hacen caer un árbol grande. ¿Quieres hacer algo grande? no abandones. Sigue golpeando.

9. Acepta tareas difíciles gozosamente

Ten disposición a hacer con alegría muchas cosas que, en principio, no quieras hacer. Cosas que no te gusten de manera natural. No hay ningún puesto que merezca la pena en la vida en el que solo hagas lo que te sale de forma natural, o que no requiera que hagas cosas que, en principio, no tienes ganas de hacer. Así que sé alegre haciendo esas partes de tu vida que, en principio, preferirías no hacer.

10. Encuentra tu llamado

Finalmente, encuentra tu nicho, es decir, encuentra la cosa que amas hacer con todas tus debilidades y todas tus fortalezas. Dedica la mayoría de tus energías y tu amor ahí para Cristo y para su reino.

Traducido de: http://www.desiringgod.org/interviews/ten-principles-for-personal-productivity

lunes, 18 de abril de 2016

Mantenerse motivado en la relación con Cristo

¿Cómo puede un creyente mantener su motivación? Es entendible la motivación del nuevo creyente, pero  ¿Cómo podemos mantenernos motivados en el día a día, año tras año?

Creo que la respuesta a mantener una relación viva con Cristo, es en realidad, la misma que para cómo mantener una relación viva con cualquier persona. Cuando mi esposa y yo nos conocimos y comenzamos a salir, había una emoción en la relación y un primer amor. Pero luego empezamos a tener tendencia a darnos el uno al otro por garantizados.

¿Qué hacer con respecto a eso? Te aseguras de cultivar la relación pasando tiempo junto a esa persona. Con mi esposa, procurábamos tener citas juntos aún cuando tuvimos nuestras hijas, o tomarnos vacaciones solos, dejándolas al cuidado de sus abuelos o niñeras de la iglesia. Creíamos que lo mejor que podíamos hacer por nuestras hijas era tener un matrimonio fuerte y disfrutar de nuestro tiempo juntos.

¿Cómo pasamos entonces tiempo con Dios? Abriendo su Palabra y leyéndola regularmente. Por supuesto, esto no lo es todo, pero es una parte significativa de nuestra relación con el Señor. Personalmente, necesito pasar tiempo con la Palabra de Dios todos los días. En aquellos días que no lo hago, noto la diferencia en mi perspectiva eterna (o más bien en la falta de la misma).

Lee la Palabra regularmente

Te animo a que pases un tiempo diario en la Palabra de Dios. Puedes usar un plan de lectura de un año,  o uno de los muchos programas de lecturas diarias del Antiguo y Nuevo Testamento. También puedes buscar integrarte en un grupo de lectura bíblico semanal, en el que los participantes comparten lo que han aprendido al leer las mismas porciones de la Biblia. Esto ayuda a ser constantes, ya que sabemos que al llegar al grupo tendremos que compartir sobre lo aprendido en la semana.

Ora y ora la palabra

El tiempo de oración puede integrarse en la lectura. Muchas veces oramos sin tomar ninguna referencia con respecto a la Palabra de Dios, y nos hallamos un poco perdidos. Una solución para esto puede ser orar las Escrituras mientras leemos. Recomendaría leer Colosenses 1, donde Pablo ora por los colosenses, y repetir las cosas por las que él ora: El conocimiento de la voluntad de Dios, un mayor parecido a Cristo, conformidad con Su imagen, y una mayor gratitud de corazón. Ora esas cosas para ti mismo, para tu familia, y para tus conocidos.

Orar es como hablar con Dios. Incluso en momentos en los que pasamos por una depresión seria, una de las cosas que mantiene fresca la vida espiritual es mantener una relación íntima con el Señor. Volver a Él y hablarle como Salvador, Señor, Dios, Juez, y también nuestro amigo.

Cree en el buen propósito de Dios

Cree con todo el corazón que Dios ha organizado tu día y tiene tareas divinas para que hagas, incluso aunque no lo sepas. Por ejemplo, puede que vayas de camino al gimnasio y te encuentres con un amigo que hace tiempo no ves y necesita tu ayuda, o quizás el encontrarte desocupado de repente te haga caer en cuenta de que hace tiempo que no llamas a tus padres. El encuentro casual con un vecino en el ascensor puede ser una oportunidad para compartirle del evangelio.

Saber que todas las cosas nos ayudan a bien y que estamos integrados en el perfecto plan de Dios nos ayudan a mantenernos apasionados, para que no pasemos la vida Cristiana con desgana y simplemente tratando de "hacerlo lo mejor posible". En lugar de eso, clamemos como Pablo en Filipenses 3: "Quiero conocer a Cristo". Pablo lo conocía ya hace 30 años, pero todavía quería conocerlo mejor cada día.

Amor y obediencia

Nuestra relación con Cristo ha de ser una relación de amor. Y aunque, desde luego, necesitamos ser obedientes cuando no sentimos ganas de serlo, hemos de pedir diariamente a Dios que esté presente en nuestras vidas. Podemos confiar en que Él va a responder esta oración porque nos prometió: "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:20). Mientras buscamos conocer a Jesucristo, que Dios nos conceda sentir su presencia a través del Espíritu Santo en nuestras vidas.

Inspirado y traducido de un texto en http://www.biblestudytools.com/bible-study/topical-studies/stay-motivated-in-your-relationship-with-christ.html por Randy Alcorn

viernes, 18 de marzo de 2016

23 Cosas que es el Amor

¿Qué es el amor? una búsqueda rápida en Google nos dará varios miles de millones de respuestas. Sí, miles de millones. Con B. Sin embargo, si leemos unos cuantos de esos resultados, podemos acabar muy confundidos acerca de esa cosa llamada amor.

El Dios de amor te ha dado la bienvenida a la eternidad, y te invita, aquí y ahora, a amar a otros de la misma manera. He aquí 23 cosas que el amor es, muchas de las cuales son especialmente relevantes para la vida en pareja.

1. El AMOR es ... estar dispuesto a complicarte la vida con las necesidades y batallas de otro, sin impacientarte ni enfadarte. (1 Corintios 13:5)

2. El AMOR es ... luchar de manera activa con la tentación de juzgar y ser crítico con otro, buscando al mismo tiempo formas de animarlo y felicitarlo.(Santiago 2:13)

3. El AMOR es ... hacer un compromiso diario por evitar esos momentos innecesarios de conflicto que se producen al señalar pequeñas ofensas y responder a ellas. (Proverbios 10:12)

4. El AMOR es ... ser cariñosamente honesto y lo bastante humildes para que el otro pueda acercarse a nosotros en los momentos en que hay malentendidos. (Mateo 11:29)

5.  El AMOR es ... estar más comprometidos con la unidad y el entendimiento de lo que lo estamos con quejarnos, acusarnos, o tener la razón. (Filipenses 2:2-4)

6. El AMOR es ... hacer un compromiso diario por admitir nuestro pecado, debilidad y fracasos, y resistir la tentación de poner excusas o pasar las culpas a otro. (Lucas 18:13-14)

7. El AMOR es ... estar dispuesto a examinar mi corazón cuando alguien me confronta, en lugar de subir el tono para defenderme o cambiar el enfoque de mí hacia otros. (2 Corintios 13:5)

8. El AMOR es ... hacer un compromiso diario por crecer en amor hacia otros, de manera que este amor sea cada vez menos egoísta, más maduro, y más paciente. (1 Tesalonicenses 3:12)

9. El AMOR es ... no querer hacer lo que está mal cuando nos han hecho mal, sino buscar maneras concretas y específicas de vencer el mal con el bien. (Romanos 12:21)

10. El AMOR es ... ser un buen estudioso del otro, observando sus necesidades físicas, emocionales y espirituales, de manera que podamos de alguna forma aliviar su carga, apoyarlo mientras la lleva, o animarlo a lo largo del camino. (Gálatas 6:2)

11. El AMOR es ... estar dispuesto a invertir el tiempo necesario para discutir, examinar, y entender los problemas relacionales que enfrentas, y seguir haciéndolo hasta que el problema esté resuelto o se haya llegado a un acuerdo sobre una estrategia de respuesta. (Mateo 18:19)

12. El AMOR es ... estar dispuesto a pedir siempre perdón y comprometidos a conceder el perdón cuando este es requerido. (Lucas 17:3-4)

13. El AMOR es ... reconocer lo valiosa que es la confianza en una relación, y ser fiel a tus promesas y cumplir tu palabra. (Eclesiastés 5:5)

14. El AMOR es ... hablar con amabilidad y suavidad, incluso en momentos de desacuerdo, renunciando a atacar el carácter de la otra persona o a atacar su inteligencia. (Efesios 4:2, 29)

15. El AMOR es ... renunciar a adular, mentir, manipular, o engañar de cualquier manera para conseguir que la otra persona colabore en darte lo que quiere o en hacer algo a tu manera. (Salmos 12:2-4)

16. El AMOR es ... no pedir que otra persona sea para ti fuente de tu identidad, significado y propósito, que sea fuente de tu sentimiento interior de bienestar, mientras que tú te niegas a ser una fuente para ella. (Romanos 12:10)

17. El AMOR es ... estar dispuesto a tener menos tiempo libre, menos sueño, o una agenda más ocupada para ser fiel a lo que Dios te ha llamado a ser y hacer como esposo, esposa o padre. (Filipenses 2:5-7)

18. El AMOR es ... un compromiso por decir no a tus instintos egoístas y a hacer todo lo que esté en tu capacidad para mejorar la unidad, el entendimiento, y el amor activo en tus relaciones. (Gálatas 5:13-15)

19. El AMOR es ... mantenerte fiel a tu compromiso de tratar al otro con aprecio, respeto y gracia, incluso en momentos en los que la otra persona no parece merecerlo, o no está dispuesta a corresponder con lo mismo. (Mateo 5:46)

20. El AMOR es ...estar dispuesto a hacer sacrificios regulares y costosos por la relación, sin pedir algo a cambio y sin hacer sentir a la otra persona que está en deuda contigo por los sacrificios que tú has hecho. (Génesis 29:20)

21. El AMOR es ... renunciar a tomar cualquier decisión personal que dañaría a tu relación, heriría a la otra persona, o debilitaría el vínculo de confianza entre vosotros. (1 Corintios 10:24)

22. El AMOR es ... renunciar a estar centrado en uno mismo o a exigir, sino buscar maneras específicas de servir, apoyar o animar. Incluso cuando estás ocupado o cansado. (Isaías 40:29)

23. El AMOR es ... admitir delante de ti mismo, de la otra persona, y de Dios, que no puedes ser guiado por un amor como el de la cruz sin la gracia protectora, proveedora, perdonadora, rescatadora, y liberadora de Dios. (Juan 1:16)

Un amor así, solo puede darlo Dios y solamente es plenamente mostrado en Cristo, que es nuestro ejemplo de amor perfecto.

Adaptado de un artículo en: http://www.paultripp.com/articles/posts/23-things-that-love-is



domingo, 31 de enero de 2016

Devocionales Charles Spurgeon en Español en Audio

Charles Spurgeon es considerado uno de los más grandes predicadores cristianos de todos los tiempos. Su obra "La chequera de la fe" es una colección de reflexiones cortas diarias (una para cada día del año) que son increíblemente motivadoras para el creyente cristiano, ideales para reforzar la fe.

En el siguiente enlace se pueden encontrar los audios de "La chequera de la fe" diarios y listo para escuchar. Ideales para compartir con otros en facebook o twitter, y recibir un soplo de aire fresco de parte de Dios cada día:

Devocionales Charles Spurgeon en Español en audio

viernes, 8 de enero de 2016

Cuando la vida parece sin objetivos (Ask Pastor John)

La pregunta de hoy es acerca de cuando la vida no parece tener objetivo, cuando parece que no va a ninguna parte. Específicamente cuando se trata de una carrera, aunque las implicaciones cubren, en realidad, cualquier tipo de espera. Esa es la pregunta específica que Daniel nos hace.

Daniel pregunta: "Querido Pastor John, soy un graduado reciente de la universidad y me siento sin dirección mientras trato de averiguar de que trata esta temporada de mi vida, y lo que Dios ha planeado para mí. En esta transición desde la universidad al trabajo, siento que he perdido mi energía, propósito y dirección. Se que todo lo que hago es para la gloria de Dios, y se que mi gozo debe estar arraigado en Cristo y no en mis circunstancias. Pero, mi pregunta es: ¿Cómo deberíamos los cristianos como yo manejar esta así llamada "crisis del cuarto de vida"?

John responde:

La primera cosa que me gustaría decir es que esta temporada pasará, pero Dios quiere que Daniel enfrente el tipo de guerra espiritual que Dios utilizará para que pase. Ese es el punto de partida. Y la primera estrategia en esa batalla, en ese enfrentamiento, es la que me parece que Daniel ya ha buscado, es decir, reconocer que esa condición de su mente y alma es algún tipo de crisis que necesita ser, como el mismo dice, "manejada". ¿Cómo puedo manejar esto?

Una manera de describir esta crisis sería quizás como la antigua y bien conocida condición espiritual llamada acedia. Esto viene de la palabra griega "descuidar", pero el término acedia llegó a  referirse (por utilizar las palabras de un recurso que suelo leer) a "un estado de languidez o letargo, de no preocuparse o no importarle a uno su posición o condición en el mundo". Decían que te podía llevar a un estado de ser incapaz de cumplir tus deberes en la vida. Sus matices espirituales hacen que se relacione, pero que sea distinto de la depresión. Así que parece que lo que estamos tratando aquí es acedia, y la primera estrategia es identificar la crisis, mirarla a la cara, no negarla, identificar su naturaleza, y prepararse para la batalla.

La segunda estrategia: Prepararse para una espera por el Señor paciente y centrada en Dios. Esto no quiere decir que la espera sea inactiva, sino que más bien sea un reconocimiento de que la victoria puede tomar tiempo, y que, mientras tanto, no nos entregaremos a la desesperación. Así que ponemos en nuestra lengua las palabras de David: "Pacientemente esperé a Yahweh, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Yahweh" (Salmos 40:1-3). Ganamos ánimo en que, por muy larga que pueda ser la espera (David no lo dice) por muy largo que tengamos que estar en el pozo o en el lodo cenagoso de la acedia, la languidez, la falta de dirección, no desesperaremos, sino que que esperaremos expectantes a que Dios actúe en su momento. Esa es la estrategia número dos.

La tercera estrategia: Darse cuenta de que los verdaderos cristianos a menudo son marcados por este tipo de mal. Por ejemplo lo vemos en 1 Tesalonicenses 5:14: " También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos". La palabra utilizada aquí es interesante "Ataktos". Es como decir los caóticos, los desordenados. Da la sensación de que todo está fuera de lugar. "Que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos". Así que los ociosos, los de poco ánimo, los débiles. Esa gente está en la iglesia. Es necesario cuidarlos. Es una experiencia cristiana real y una batalla cristiana real.

Y la cuarta estrategia: Poner la Palabra de Dios contra las pérdidas particulares que estés sintiendo. Y Daniel decía: Siento como que he perdido mi energía, propósito y dirección. Permite que tome cada una de esas cosas una por una y ponga la Palabra de Dios sobre ellas.

Primero, tomemos la energía. El salmista dice: "Yahweh es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado" (Salmos 28:7). Por tanto el Señor mismo es nuestra fortaleza y el salmista dice que experimentamos esa fortaleza confiando en Él. Y para ser más específicos, Nehemías dice que el gozo del Señor es vuestra fortaleza (Nehemías 8:10). Así que busca el gozo del Señor, y estarás buscando tu fortaleza.

Hay una especie de paradoja cuando sientes energía, porque somos nosotros los que sentimos la energía. Cuando nos levantamos y actuamos, somos nosotros los que salimos de la cama y actuamos, y, sin embargo, la Biblia dice que el Señor es vuestra fortaleza. A veces escuchas decir a la gente: Dios ayuda a aquellos que se ayudan. Bueno, eso es una especie de esfuerzo secular por expresar una verdad bíblica que la gente secular no puede entender, y que por tanto no pueden expresar correctamente. Lo que eso está intentando de decir bíblicamente es que Dios ayuda a los débiles, paralizados y muertos a ayudarse a sí mismos, de forma que en toda esa auto-ayuda, Dios se lleve la gloria, ya que toda esa auto-ayuda resulta ser la ayuda de Dios. Eso es lo que están tratando de decir, y esa es la verdad bíblica.

Y esta es la forma en que Pablo lo expresa en 1 Corintios 15:10: "Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo".

Asi que, Daniel, busca por todos los medios restaurar tu energía. Búscalo en el Señor. Búscalo en el gozo del Señor. Y cuando la hayas buscado y confiado en Él para obtenerla, sal de la cama y haz lo que se necesite hacer.

Luego, contra el sentimiento de pérdida de dirección pondría 2 Tesalonicenses 3:5: "Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo". Lo que el texto muestra es que el Señor mismo es el gran director del corazón. Cuando necesitamos dirección, rogamos que nuestros corazones experimenten la dirección de Dios. Lo que Daniel necesita precisamente es dirección para el corazón, no solo para su mente o para su cuerpo. El corazón es un gran director de la vida. Y detrás del corazón está el Señor. Así que ora para que Dios encamine primero el corazón al amor a Dios y a la paciencia de Cristo, y luego, en ese amor y paciencia, hacia la claridad que necesitas para la obra de tu vida.

Y luego, por último, Daniel dice que siente que ha perdido su propósito. Y contra eso quiero poner 1 Pedro 2:9: "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, [y aquí viene la afirmación de propósito] para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable". Sea lo que sea que Dios tiene para ti en tu vida, esto está muy claro: Existes para hacer que se conozcan las excelencias de Dios, especialmente las excelencias por las que el llama a la gente de las tinieblas a la luz. Y es una luz maravillosa, Daniel. Por mucha languidez que sientas ahora, vives en una luz maravillosa. Y es tu propósito, un propósito asignado por Dios, verlo, probarlo, y darlo a conocer.

Pongamos un texto más específico contra esa pérdida de propósito: 1 Pedro 4:10: "Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios". Tú, Daniel, tienes dones de Dios como todo cristiano. Esos dones son particulares. Son medios particulares por los cuales solo tu puedes administrar la gracia particular que Dios te ha dado. Tu propósito en la vida es utilizar esos dones para ministrar esa gracia para la gloria de Dios.

Permite que termine con estas palabras de aliento de Lamentaciones 3. Jeremías estaba muy hundido cuando escribió esto con un sentido de impotencia mientras su amada Jerusalén era devastada. Y clama: "Lo tendré aún en memoria, porque mi alma está abatida dentro de mí". Y entonces él lucha con esta crisis en la que está y dice: "Esto recapacitaré". Ahí lo tienes, Daniel. Eso es lo que hay que hacer. Recapacitar esto. "Por lo tanto esperaré. Por la misericordia de Yahweh no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi porción es Yahweh, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré" (Lamentaciones 3:20-24).

Así que trae a la mente las promesas de Dios, Daniel. Espera en Él y muévete. Dios (mientras te mueves en sus fuerzas) restaurará el gozoso sentimiento de energía, dirección y propósito.

Traducido de: http://www.desiringgod.org/interviews/strategies-for-when-life-seems-aimless

jueves, 7 de enero de 2016

Seis pasos para superar la obesidad con Cristo

Por Perry Noble

Siempre tuve una lucha por bajar de peso. Era el "chico gordo" de la escuela, y seguí siéndolo hasta mi primer año en el instituto. Recuerdo una visita al doctor cuando subí a la báscula y pesaba 127 kg. Recuerdo cuando tuve que encargar un traje enorme con pantalones de talla 50. También recuerdo una vez que tuve que comprar dos puestos para la montaña rusa en un parque de atracciones porque no cabía en uno solo.Me sentía derrotado.

Una de las realidades que siempre me tengo que recordar es 2 Corintios 5:17: En Cristo soy una nueva creación, las cosas viejas pasaron, todas son hechas nuevas.

Antes de comenzar a escribir, dejadme deciros que este artículo puede ser algo desalentador, porque en realidad no existen atajos a la hora de perder los kilos que sobran. No puedes hacer que desaparezcan simplemente orando, ni existe una pastilla para que se vayan. Se requiere trabajo duro, y hay que tener algo más que deseo por conseguirlo: se requiere DISCIPLINA para continuar.

Ahí va

1) Entender que la obesidad es una cuestión espiritual

Cuando digo que era ENORME, es porque lo era. Pero no le veía nada malo. Después de todo, no fumaba ni bebía (ya sabes, pecados que la iglesia parece condenar muy a menudo). Leía la Biblia y oraba. ¡Hasta estaba sirviendo en el ministerio y el grupo de jóvenes que dirigía estaba creciendo!

Entonces llegó "esa noche" en una clase del seminario.

Los pastores estaban hablando acerca de la gente en sus iglesias, los "pecadores" que bebían, fumaban, maldecían, se acostaban ... y cada asistente parecía tener una historia acerca de "esas personas" de su iglesia.

Entonces un hombre llamado Derek (que era muy amable y hablaba suavemente) se levantó y preguntó: "¿Puedo decir algo?". Todo el mundo asintió, dándole pie para hablar, y el continuó: "Se que después de que diga esto, no voy a ser popular, pero estamos aquí sentados hablando de la gente en nuestras iglesias que luchan contra el pecado, ¡y la gran mayoría de nosotros tenemos sobrepeso!"

Siguió hablando, pero no recuerdo más, porque el Espíritu Santo de Dios me dio AUTOMÁTICAMENTE conciencia de pecado. Me susurró: "Tiene razón Perry, y TÚ, tienes que hacer algo con respecto a eso".

Fue en ese día que entendí que soy un administrador del cuerpo que Dios me ha dado, que es el templo del Espíritu Santo, y que la manera en la que cuide de Él le dice al mundo lo que pienso y siento acerca de Cristo (ver 1 Corintios 6:19-20)

Había llegado a pesar 136 kg en el instituto, luego había bajado hasta 95 kg, peor durante mi primer año de universidad había vuelto a recuperar. En el campus descubrí la Pizza nocturna y la casa de los Waffles. Para cuando me gradué en 1994 ya pesaba 122 kg. Pero, como he dicho antes, no estaba "pecando" como otros que conocía. Suponía que estaba bien tener sobrepeso.

Pero no lo estaba, y no lo está.

La obesidad es un ídolo, una fortaleza que parece ser evitada en la iglesia. Y desafortunadamente es un pecado que no puede esconderse. Las iglesias no hablan de esto y es algo que MATA a la gente. Es triste que muchas iglesias predican contra el alcohol mientras la gente dentro de la iglesia cavan su tumba con un tenedor y una cuchara. La obesidad mata a más gente cada año que el alcohol, pero la iglesia la ignora como si fuese un pecado "aceptable".

Si no entendemos que la manera en la que administramos nuestro cuerpo le importa a Jesús, que este asunto ES espiritual, nunca nos lo vamos a tomar en serio.

2) Toma responsabilidad personal por tu condición física

Parece que vivimos en un mundo en el que ya no hay pecadores, solo víctimas de lo que el mundo les ha hecho. Por eso, culpamos al McDonalds de que nuestros hijos sean obesos y echamos la culpa de nuestro estado físico a nuestros padres, el lugar donde vivimos, lo ocupado que nos tiene nuestro trabajo, o incluso a Santa Claus por darnos tan mal ejemplo.

Quiero ser claro: Yo era obeso porque seguía metiendo comida en mi boca. Punto. Y la cosa no mejoró hasta que paré de culpar a otras personas y a las circunstancias de mis problemas y empecé a tomar responsabilidad. Y tu tampoco mejorarás hasta que lo hagas.

3) Ajusta tu consumo de calorías

Sí, es así de simple. Dejé de consumir tantas calorías y perdí peso. Y deja que te sea claro: fue algo DIFÍCIL para mí. Tuve que dejar el te dulce (bebía seis vasos por comida) y los refrescos. Tuve que dejar los aperitivos poco saludables. Tuve que dejar de comer el segundo, el tercero y el cuarto.

Mucha gente está atada a la comida simplemente porque se niegan a hacer los ajustes que ya saben que tienen que hacer.

4) Entiende que lleva tiempo

No vas a perder 50 kg en 100 días. No vas a tener un abdomen plano en cuatro semanas. Al principio el peso se irá más rápido porque tu cuerpo está soportando cambios. Pero créeme cuando te digo que, en algún momento, vas a llegar a un tope. Y eso te va a desanimar enormemente. Te frustrarás y querrás abandonar. NO LO HAGAS.

Cuando esto suceda, entiende que necesitas continuar esforzándote y hacer ajustes adicionales para volver a crear un impacto sobre tu cuerpo.

Por cierto, no persigas "dietas milagro". Si, algunas te quitan kilos rápido, pero en casi todos los casos se vuelven a ganar. Se trata de hacer un cambio de estilo de vida, (no cambios drásticos puntuales).

5) Haz ejercicio

El ejercicio se ha convertido en un hábito diario para mi. De verdad me quita el estrés y me ayuda a prepararme para el día que tengo por delante.

Sí, es duro. Sí, requiere esfuerzo. Y sí, va a haber días en los que no tendrás ganas de hacerlo. Eso es algo que viene en el mismo paquete. Pero no puedes decir que te estás preocupando por tu cuerpo si no estás haciéndole el mantenimiento necesario.

5) Entiende que PUEDES hacerlo

En serio, si yo he perdido peso, cualquiera puede, porque me encanta la comida. Me encanta el sabor de un buen filete. Me encantan los postres, especialmente los de chocolate blanco. Me encanta el te dulce, y casi cualquier cosa que no sea buena para el sobrepeso. Y, honestamente, perder peso y mantenerme es una lucha. Constantemente tengo que recordarme lo que las Escrituras  dicen en Filipenses 4:13. Pero si puedo hacerlo ¡tú también puedes! No hay tentación que pueda vencer a alguien que está en Cristo (1 Corintios 10:13). Este problema no es mayor que Cristo en ti. ¡Tienes la disciplina, el potencial y la victoria dentro de ti para vivirlas!

Mira 1 Corintios 15:57-58:
57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

Puedes hacerlo, y créeme, cuando lo hagas te sentirás mucho mejor, tendrás la energía para hacer lo que quieres y necesitas hacer, y tendrás la integridad para hablarle a otros de cómo superar los problemas que los retienen... porque luchaste contra el que te retenía a ti.

Traducido y adaptado de:

https://perrynoble.com/blog/six-steps-to-overcoming-obesity-part-one
https://perrynoble.com/blog/six-steps-to-overcoming-obesity-part-two