Un hombre tenía dificultades para oír, pero no hasta el punto de que fuese necesario comprar un costoso audífono. Estaba cansado de pedir a la gente que hablasen más alto, así que se puso a pensar y llegó a una simple pero novedosa idea.
Ató dos botones pequeños a un hilo, y puso un botón en el bolsillo de su camisa y otro en su oreja. La gente, al ver el hilo que iba desde su bolsillo hasta su oreja, llegaba a la conclusión de que el hombre tenía problemas de audición, y sin decirles nada, le hablaban más alto.
El invento resultó ser simple, barato y efectivo.
La lección es que nunca debemos pasar por alto el poder de la sencillez.
2 Corintios 11:3
"Pero temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestras mentes sean desviadas de la SENCILLEZ Y PUREZA de la devoción a Cristo."
Gracias a Dios porque hizo el mensaje de salvación tan simple que toda la humanidad puede entenderlo
Basado en un post de Ray Comfort
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