El incrédulo cree que puede actuar como quiera, porque no habrá consecuencias. Dice "Mira, hice algo malo y no pasó nada, nadie me castigó, ni lo va a hacer. Por tanto seguiré haciéndolo". Aún muchos creyentes piensan a veces que el mal parece campar sin control y sin consecuencias aparentes.
Pero esto es confundir paciencia con injusticia:
Romanos 2: 4-9
4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? 5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, 6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: 7 vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, 8 pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; 9 tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego,
El incrédulo que en su maldad dice "no habrá consecuencias" y continúa haciendo mal sin arrepentirse, es como un hombre que afirma que la gravedad no existe. Para demostrarlo se tira de un rascacielos de 20 plantas, y cuando va por el segundo piso, a punto de estrellarse contra el suelo, grita:
-"¡Ves, te lo dije! ¡No pasa nada!"
-Basado en un post de Ray Comfort