El ser humano está hecho para ir tras algo, para seguir algo.
Llamamos seguidores a los que van tras otras personas, y líderes a los que son seguidos. Sin embargo, aún las personas que dirigen van tras otra cosa: dinero, fama, poder o algún ideal.
La falta de motivación aparece cuando no tenemos algo que seguir, o cuando estamos en un camino que nos aleja de aquello que perseguimos.
Pero también llega cuando aquello que hemos perseguido se alcanza, y encontramos que en realidad está vacío. ¿Cuántas veces la fama y el éxito no han llevado a alguien a la depresión?¿Cuántas veces conseguir la prosperidad económica soñada no ha destrozado vidas?
Si no encuentras motivación, reflexiona sobre aquello que estás siguiendo en tu corazón. Piensa si realmente va a llenarte cuando lo alcances, o te dejará vacío. Porque quizás no estás siguiendo lo que realmente puede hacerte feliz.
"Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón." Mateo 6:21