En este interesante artículo publicado inicialmente por West Huff en su blog, (de lectura obligada si sabéis leer en inglés) se da parcialmente respuesta a la pregunta de por qué los seguidores de Jesús (o Él mismo) no dejaron más cosas por escrito en su día. He creido que es de bastante interés traducirlo para el pueblo de Dios.
Por Wes Huff
La escritura de cartas era una práctica común en el mundo antiguo. Por ejemplo, el pergamino Mich 8 490 (de la colección de la Universidad de Michigan) es una carta de un marinero que escribe a su madre mientras está en el mar.
"Apolinarius a Thaesion, su madre. Muchos saludos. Antes que cualquier cosa, te deseo buena salud y rindo pleitesía por ti a todos los dioses. Desde Cirene, donde encontré a un hombre que iba de viaje hacia donde estabas, consideré necesario escribirte acerca de mi bienestar".
La tableta Vindol. 291 es una invitación de una romana de clase alta llamada Claudia, escrita en latín a su amiga Lepidina.
"Claudia Severa a su Lepidina. Saludos. Hermana, el 11 de septiembre, para la celebración de mi cumpleaños, te doy una cálida invitación para asegurarme de que acudas a nosotros. Así harás que, por tu llegada, el día sea más disfrutable para mí si estás presente...".
La comunicación escrita puede encontrarse a lo largo del mundo antiguo. Por eso, cuando vemos las cartas del Nuevo Testamento, podemos entender que encajan en una categoría lógica e histórica.
La palabra "epístola" proviene del Latín y signfica simplemente "carta".
Pablo con frecuencia usa las fórmulas tradicionales de saludo que vemos en los retóricos romanos, cuando emplea el saludo judío: "Paz a vosotros"
Coste de las cartas
Aunque las cartas no eran algo inusual, no dejes que la frecuencia te haga pensar que eran baratas. Hoy vivimos en una cultura alfabetizada en la que hacer guiones y múltipes borradores es algo que ni siquiera pensamos dos veces.
Si tenemos en cuenta los materiales, la ayuda de escribas y el tiempo, aquí tenemos algunas estimaciones del coste de las cartas de Pablo en dólares de hoy día:
Carta a los Romanos: 2275 dólares.
Carta a los Filipenses: 515 dólares.
Primera carta a los Corintios: 2108 dólares.
Carta a Filemón: 101 dólares.
Primera carta a los Tesalonicenses: 255 dólares.
La razón para unos costes tan exhorbitantes tiene que ver con la longitud de estos documentos. En promedio, los libros del Nuevo Testamento son mucho más largos que una carta romana típica.