La omnipotencia de Dios implica que su poder es superior a cualquier otro poder. Durante los Juegos Olímpicos un movimiento de la cámara me enseñó algo acerca de la grandeza de Dios. Las ceremonias de apertura y cierre fueron emocionantes para la mayoría de las personas que las vieron. La magnitud de la multitud, los fuegos artificiales y la música fueron una experiencia de grandeza y esplendor única e irrepetible.
Los que lo vimos en televisión pudimos sentir un poco de aquella emoción, cuando la cámara estaba a una altura tal que podía hacer una toma completa de todo el coliseo. Pero entonces sucedió algo extraño. La cámara, situada en un helicóptero, siguió alejándose hacia el cielo, y la imagen del coliseo se hacía cada vez más pequeña hasta que fue sólo un punto borroso en la tierra.
Mientras observaba esto me llenaba de alegría ante la grandeza de Dios. Me dije a mí mismo: "Mira lo emocionados que estamos con un coliseo lleno de color y sonido, cómo nos quedamos asombrados, la forma en que gritamos y aplaudimos, y nos entusiasmamos con todo este esplendor. Pero míralo de nuevo desde la perspectiva de Dios. En comparación con su poder y esplendor, es solo un punto borroso en la tierra”.
Dios nos hace una pequeña demostración de su fuerza y esplendor todas las mañanas, cuando hace salir el sol sobre el horizonte— ¡un sol cuyo diámetro es de 1,392 millones de kilómetros, es 1,3 millones de veces más pesado que la Tierra y tiene una corona que arde a una temperatura de un millón de grados centígrados! Cada mañana nos trae una ceremonia de apertura que nos emociona y nos muestra el poder y la gloria de Dios, y que alimentan nuestra esperanza de entrar algún día en un reino donde todas las maravillas que nos han servido de inspiración en este pequeño mundo sean como puntos borrosos en comparación con la magnificencia de las eternas ceremonias de clausura de Dios.
Y todas las noches Dios monta un pequeño espectáculo de su majestad en el cielo, cuando las constelaciones de Perseo, Andrómeda, Hércules, Orión, Leo el león y Draco el dragón se exhiben en la galaxia local a 100.000 años luz de aquí.
"Un día transmite el mensaje al otro día, y una noche a la otra noche revela sabiduría", para hacernos ver de forma inequívoca, que el poder de Dios es infinito. Nada de lo que os ha asombrado alguna vez se puede comparar con él. ¡Él es DIOS TODOPODEROSO! Nada puede detener su mano. Él todo lo hace según su voluntad. Él es el Alfarero y el universo es su arcilla.
Del sermón "Mi nombre es Dios Todopoderoso" por John Piper.