El resentimiento solo produce más dolor y aumenta el poder y la influencia en tu vida de aquello contra lo que te resientes. No hay motivo para que una situación negativa te convierta a tí mismo en negativo. Siempre hay muchas otras opciones.
No dejes que tu actitud se vea envenenada por la de otras personas o situaciones. Siempre puedes elegir una perspectiva que te haga crecer en sabiduría y carácter en cada situación.
Pon el propósito en tu vida de sacar lo mejor de todo lo que sucede para tu propio crecimiento espiritual, en lugar de simplemente reaccionar sin pensar a cada cosa que venga.
Basado en un post por Ralph Marston en http://greatday.com/
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