Puede que seas una persona que no cree en estas cosas, pero aún así eso no evita que tengas un propósito y que puedas descubrirlo. En ese caso en lugar de unos 20 minutos pueden convertirse en 40 o 60, pero aún debería funcionar. Además ¿que puedes perder por invertir unos minutos de tu vida?
Este es el método:
1) Si eres creyente, haz una oración pidiendo a Dios que te ayude a revelarte tu propósito
2) Coge una hoja de papel en blanco o abre un nuevo documento en un procesador de textos (lo segundo es preferible por rápidez, pero ambas cosas valen).
3) Escribe en la parte alta ¿Cuál es mi propósito en la vida?
4) Escribe una respuesta (cualquier respuesta) que aparezca por tu cabeza. No tiene porque ser muy elaborada, con una frase corta basta.
Repite el punto 4 hasta que escriba la respuesta que te haga llorar. Ese es tu propósito.
Algunos consejos adicionales
Normalmente lleva unos 15-20 minutos para que todas las respuestas falsas se limpien de tu mente, pero cuando llegue la correcta sentirás como si viniese desde un sitio distinto que las demás.
También puede que te lleve un poco más. Persiste. No importa que llegues a las 100 o 200 respuestas o tardes 1 hora. Tampoco que muchas respuestas sean similares o se acerquen al mismo tema, escribe cualquier respuesta que llegue a tu cabeza y continúa. Puede que después de un rato quieras abandonar, pero persevera y el sentimiento de resistencia se irá.
También hay posibilidad de que algunas respuestas te emocionen sin llegarte a hacer llorar. Márcalas y continúa, porque es más que posible que formen parte de tu propósito pero individualmente no estén completas. Quiere decir que estás comenzando a entrar en calor. Continúa.
Es mejor hacer esto sólo y sin interrupciones. Si quieres empezar colocando "no tengo propósito" o "la vida no tiene sentido" puedes hacerlo y continuar desde ahí, si continúas al final llegarás.
Haz pausas y relaja tu mente durante un par de minutos si lo necesitas. Probablemente en esas pausas vengan nuevas respuestas y después de ese descanso se acerquen más al objetivo.
Cuando encuentres tu propia respuesta, sentirás que retumba profundamente dentro de tí. Las palabras parecerán tener una energía especial y sentirás que te energizas cada vez que las leas.
Descubrir tu propósito es la parte fácil, lo difícil es cumplirlo caminando diariamente por conseguirlo.
Extraído y traducido de un artículo original en www.stevepavlina.com