viernes, 7 de agosto de 2015

Hablando la verdad en amor - Devocional John MacArthur

1 Corintios 13;2 "Y si tuviese profecía, ... y no tengo amor, nada soy"

El amor es un ingrediente indispensable en el proceso de aprendizaje.

Tengo el privilegio de pasar tiempo cada semana con cientos de jóvenes que asisten al Master College. Al observar sus progresos, veo el impacto que han tenido sobre sus vidas los maestros piadosos. Estoy convencido de que los estudiantes aprenden mejor cuando saben que sus maestros se preocupan genuinamente por ellos.

¿Acaso no sucede lo mismo con todas las relaciones? ¿No respondemos mejor a aquellos en nos aman y que tienen en cuenta nuestros mejores intereses? Es algo que ciertamente es verdad en el ministerio. Piensa en los pastores y maestros que han significado más para ti a lo largo de los años. Probablemente son aquellos que te han amado y enseñando de manera especial.

Ya sea un pastor, un maestro, un miembro de la familia, un amigo, o quien quiera que sea que hable a otras personas de parte de Dios, debería hacerlo con un amor y una preocupación genuinas. Esa es la parte positiva de la sentencia negativa que Pablo hace en 1 Corintios 13:2. Jeremías era así. Él amaba al pueblo de Israel profundamente, y se sentía apenado por su apostasía y el juicio que iba a venir sobre ellos: Jeremías 9:1 "¡Oh, si mi cabeza se hiciese aguas", decía, "y mis ojos fuentes de lágrimas, para que llore día y noche los muertos de la hija de mi pueblo". Ese es el espíritu de un profeta que ama, y un ejemplo del lamento de Jeremías sobre el pecado de su pueblo.

La predicación y enseñanza sin amor representan mal el carácter de Dios y obstaculizan el Evangelio; proclamar con amor es atractivo y efectivo. Eso no significa que todos los que oigan vayan a responder de forma positiva, más bien al contrario. La gente de Judá no escuchó a Jeremías, y por eso incurrieron en un juicio severo. De forma similar, algunas de las personas a las que hables rechazarán educadamente lo que digas, y otros reaccionarán con hostilidad. Pero aquellos que respondan con fe, apreciarán tu amorosa preocupación por su bienestar espiritual.

Sugerencia de oración

Agradece a Dios por aquellos que te han ministrado en amor. Busca seguir su ejemplo y alcanzar a otros.

Para estudiar:

Lee Hechos 20:19, 31; Romanos 9:2-3 y 2 Corintios 2:4, prestando atención a las cosas que hacían que Pablo llorase por el pueblo al que ministraba.


Traducido de: https://www.gty.org/resources/devotionals/drawing-near

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