viernes, 27 de julio de 2012

Reflexiones para Adelgazar

La mayoría de las veces, la sensación de hambre que nos impulsa a picar es simplemente costumbre, no verdadera necesidad de comida.

Pavlov se hizo famoso por sus experimentos con perros. Básicamente este científico hizo sonar una campanilla cada vez que daba de comer a los perros. Después de un tiempo, los perros comenzaban a salivar al escuchar la campanilla aunque no se les diese de comer.

Lo curioso es que este efecto no era provocado por oler la comida, ni por probarla. Era simplemente producido por algo totalmente externo a ella. Así de poderosa puede resultar la expectativa de una comida.

De forma similar, hay situaciones en nuestra vida que nos impulsan a creer que estamos hambrientos y a comer más de lo necesario. Aprendemos a asociar la comida a una determinada hora del día. Si picamos acabaremos asociando el picoteo. Además tenemos montones de anuncios televisivos y comentarios de otras personas que nos producen un estímulo directo "que rico se come en ese restaurante", "que delicia un buen arroz con papas ahora" etc.

Intenta identificar cuales son los estímulos que te producen ansias por comer, y piensa que ese anuncio, comentario, o hora del día es simplemente un estímulo que te aleja de tus objetivos para adelgazar. No estás realmente hambriento, y ciertamente no vas a obtener nada bueno.

martes, 10 de julio de 2012

Fuerzas Para Seguir

Dice el segundo principio de la termodinámica que todo tiende a la entropía, hacia un mayor caos. Hacia una mayor corrupción. Nada hay más cierto que eso.

Y es precisamente por eso que la vida es una lucha por mantener lo bueno, lo que es ordenado, lo que es deseable. Es como si nadases en un río, nadando contra la corriente. No puedes dejar de nadar por largo tiempo porque enseguida serás arrastrado.

Siempre tendrás que nadar contra el río de la tristeza.
Siempre tendrás que nadar contra el río de la obesidad.
Siempre tendrás que nadar contra el río de la pereza.
Siempre tendrás que nadar contra esa adicción que tienes.

Ten fuerza, sigue nadando ¡Se valiente!. Que un pequeño calambre no te haga rendirte porque serás arrastrado más rápido.

Nada, lucha, porque tu cuerpo también desea el caos y la corrupción, y la buscará si lo dejas a su aire. Te dirá "descansa y déjate llevar por la corriente". Lo bueno está corriente arriba.

Pide fuerzas para nadar a Aquel que creó el mundo en perfecto orden, y que volverá a restaurarlo.